Discurso del representante de la corriente de opinión interna Nova Agenda Socialista para rechazar la candidatura del Primer Secretario a Alcalde
Estoy en representación de la Nova Agenda Socialista, un grupo de militantes y ciudadanos de Cambrils, en sustitución de nuestro portavoz Oliver Klein.
Somos un grupo que creemos que el Socialismo actual ha perdido la esencia original de cuando se fundó.
En referencia a nuestra agrupación, se ha perdido el debate y la autocrítica, en cuanto el tema o las reivindicaciones no son del agrado de los dirigentes, se toman decisiones unilaterales y autoritarias, apoyadas por los afines sin consultarlo con los militantes ni en asamblea.
Sobre todo, recordar los escándalos más sonados en los que ha participado nuestra organización al pertenecer al Gobierno del tripartito que gobierna el ayuntamiento, por poner varios ejemplos: los cambios sin sentido de los jefes de policía, el escándalo de los profesores de la escuela de adultos, que fueron llevados a un juicio que se perdió... y ni la militancia ni la ciudadanía sabe lo que le va a costar al Ayuntamiento. Y el último, por poner el tercer ejemplo, destituir a un compañero de partido de una concejalía por el solo hecho de promover una corriente de opinión y presentar una alternativa interna, dejando el Gobierno en minoría, mezclando los asuntos internos del partido con los del Ayuntamiento, causando un cisma en la agrupación, moviendo cielo y tierra para llevar al Sr. Oliver Klein a la Comisión de Garantías conjuntamente con cuatro compañeros más. También ha sido muy grave el hehco de no dar circulación a las altas de nuevos militantes que querían sólo apoyar el socialismo porque intuían el fiasco de las autonómicas.
Por eso, rechazamos esta candidatura del Primer Secretario de la Agrupación, que sabemos que aunque pierda en la Asamblea será ratificada por la Federación o más allá, aplicando la ley de hierro de los partidos políticos.
Por eso, os pedimos el voto en contra de Robert Benaiges, compañeros.
(14 de enero de 2011)
DIARI ÍNTIM PERÒ PÚBLIC. En aquest blog vull parlar sobre les coses que observo i em preocupen, perquè les estimo: el temps que són els dies que passen i cal aprofitar; les persones que es creuen amb mi; i, finalment, els països, pobles, indrets, racons... que descobreixo poc a poc. Nascut el 1976, soc Professor de Ciencia Política a la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona. Tambe soc Regidor i Portaveu del Nou Moviment Ciutada (NMC) a l'Ajuntament de Cambrils.
sábado, 15 de enero de 2011
miércoles, 12 de enero de 2011
COMUNICADO DE APOYO A LA LABOR REALIZADA POR EL CONCEJAL OLIVER KLEIN
Comunicado firmado por doce ONGD integradas en el Consell Consultiu Cambrils Ciutat Solidària
Las organizaciones no gubernamentales para el desarrollo, ONGDs, abajo firmantes que participamos en el Consell de Cooperació y Solidaritat del Ayuntamiento de Cambrils, queremos dejar constancia que OLIVER KLEIN BOSQUET, en sus funciones como regidor de Promoción de Ciudad y Relaciones Cívicas de este Ayuntamiento en la presente legislatura:
1) Siempre ha sido sensible y se ha mostrado colaborador con los países que sufren pobreza extrema en el tercer mundo.
2) Ha actuado de forma acogedora con las organizaciones que iniciaban su participación en el Consell, procurando que existiera un ambiente de amistad y unión entre todos sus componentes.
3) Ha tenido el don de crear sinergias de participación democrática en todas y cada una de las reuniones.
4) Ha ofrecido constantemente medios para que la labor de las organizaciones sea eficaz.
5) Ha procurado en todo momento que el dinero público fuese bien aplicado en la gestión de los proyectos.
6) Ha conseguido que la Fira anual de Solidaritat fuera un éxito y que toda la ciudadanía de Cambrils conociera la ingente labor de las organizaciones no gubernamentales.
7) Ha hecho llegar a las escuelas la multiculturalidad de los países que son receptores de la ayuda solidaria, estimulando la sensibilidad y el sentido crítico de los más pequeños.
8) Ha conseguido traer a Cambrils conferenciantes internacionales de gran nivel, luchadores implacables de los derechos humanos.
De todos estos efectos multiplicadores, es en definitiva la ciudadanía de Cambrils la que ha salido beneficiada ya que en este tramo de función social, los seres humanos mejoramos nuestra escala de valores.
(Cambrils, diciembre del 2010)
Las organizaciones no gubernamentales para el desarrollo, ONGDs, abajo firmantes que participamos en el Consell de Cooperació y Solidaritat del Ayuntamiento de Cambrils, queremos dejar constancia que OLIVER KLEIN BOSQUET, en sus funciones como regidor de Promoción de Ciudad y Relaciones Cívicas de este Ayuntamiento en la presente legislatura:
1) Siempre ha sido sensible y se ha mostrado colaborador con los países que sufren pobreza extrema en el tercer mundo.
2) Ha actuado de forma acogedora con las organizaciones que iniciaban su participación en el Consell, procurando que existiera un ambiente de amistad y unión entre todos sus componentes.
3) Ha tenido el don de crear sinergias de participación democrática en todas y cada una de las reuniones.
4) Ha ofrecido constantemente medios para que la labor de las organizaciones sea eficaz.
5) Ha procurado en todo momento que el dinero público fuese bien aplicado en la gestión de los proyectos.
6) Ha conseguido que la Fira anual de Solidaritat fuera un éxito y que toda la ciudadanía de Cambrils conociera la ingente labor de las organizaciones no gubernamentales.
7) Ha hecho llegar a las escuelas la multiculturalidad de los países que son receptores de la ayuda solidaria, estimulando la sensibilidad y el sentido crítico de los más pequeños.
8) Ha conseguido traer a Cambrils conferenciantes internacionales de gran nivel, luchadores implacables de los derechos humanos.
De todos estos efectos multiplicadores, es en definitiva la ciudadanía de Cambrils la que ha salido beneficiada ya que en este tramo de función social, los seres humanos mejoramos nuestra escala de valores.
(Cambrils, diciembre del 2010)
REVOLUCIÓN NECESARIA EN LOS PARTIDOS POLÍTICOS
Artículo de José Luis Úriz, Portavoz del PSN-PSOE en el Ayuntamiento de Villava-Atarrabia (Lunes, 10 de Enero de 2011)
En los últimos tiempos, quizás porque mi tema dentro del PSOE me ha hecho estar más atento a estas cuestiones, he tenido conocimiento de numerosos casos de respuestas pura y duramente disciplinarias a lo que debiera ser exclusivamente un debate político claro, libre y transparente. Los casos recientes de Antonio Asunción en el PSPV, Koldo Méndez en el PSE, Oliver Klein en el PSC, las compañeras y compañeros del PSC de Tenerife..., indican que algo de fondo está fallando.
Me consta que esta situación de mano dura se extiende como una gran epidemia por el funcionamiento interno de todos los partido políticos sin excepción (el caso de Álvarez Cascos en el PP lo demuestra), sean de la derecha o la izquierda, nacionalistas de un tipo o del otro, pro sistema e incluso antisistema.
Siempre he denunciado, con nulo éxito, la situación en el interior de esos partidos políticos -de todos ellos- en lo que se refiere a la falta de democracia interna, incluso he trasladado estas tesis a mis aportaciones en los diferentes congresos.
Hay que tener en cuenta que nacieron en el siglo XIX y prácticamente no han evolucionado nada en esta cuestión. Se han convertido en una maquinaria electoral desideologizada en la que prima exclusivamente la disciplina -sumisión en mi opinión-, cercenando cualquier debate, cualquier disidencia que pueda suponer un peligro para las élites que los dirigen, aunque generalmente la intenten disfrazar con el ropaje de que eso debilita al partido y es castigado electoralmente por la sociedad.
Es probable que esto último sea cierto ya que la sociedad actual, aunque siga considerando a los políticos como uno de sus mayores problemas, castiga cuando en el interior se manifiestan pluralidad ideológica, debates enriquecedores o atisbos de libertad. Esa contradicción es utilizada por sus dirigentes para cortar de raíz cualquier disidencia, cualquier discrepancia con el poder establecido, utilizando un instrumento cruel y deleznable que se conoce como medidas disciplinarias, en un primer momento a través de simples amenazas que suelen culminar con su estricta aplicación.
Por eso en los estatutos que rigen su vida interna y externa, el apartado disciplinario es el más extenso. En lo que conozco, tengo la sensación que una gran parte de lo que se refleja ahí es claramente ilegal, infringiendo muchos de los derechos básicos contemplados en nuestra Constitución. Por eso, en los últimos tiempos muchos de los afectados por esta injusta situación recurren al amparo de los tribunales de Justicia, apoyándose en lo señalado en nuestra máxima norma de convivencia, haciendo referencia a la vulneración de derechos fundamentales. Sería paradójico que la necesaria democratización de estos partidos esclerotizados y rígidos viniera a golpe de sentencias judiciales que les obligaran a adaptarse a los nuevos tiempos.
Porque lo normal debiera ser que un afiliado tuviera los mismos derechos como ciudadano que como militante, y que las normas básicas que rigen la vida fuera de los partidos se aplicaran también dentro.
Lamentablemente, en muchos casos eso no es así, y por eso en los últimos tiempos esos conflictos que debieran ser solucionados en clave interna trascienden al ámbito judicial. Qué mal está esto cuando ocurre una circunstancia así.
Quizá sea éste el momento, aunque sólo fuera para recuperar la confianza perdida en el seno de nuestra sociedad, de poner fin a esta situación y emprender una profunda transformación de los partidos políticos en nuestro país. Podría ocurrir que el primero que tenga el valor de hacerlo acabe teniendo un plus electoral inesperado.
Conseguir que dejen de ser una maquinaria al servicio de sus dirigentes, una fuente de empleo -curiosamente para los sectores más jóvenes que acceden a ellos y que debieran ser precisamente por eso los más rebeldes, los más críticos- que genera dependencia y sumisión a quien tiene el poder de repartirlo. Ser capaces de convertir sus paredes de acero en cristales transparentes, con una mayor democracia interna, fomentando la libertad de expresión, debates activos, rotación constante en su dirección y en sus cargos públicos, incompatibilidad de cargos, límite de mandatos, listas electorales abiertas, etcétera. Que se conviertan realmente en una maquinaria al servicio de la sociedad, en los que cualquier cargo suponga un esfuerzo de dedicación a ello y no una prebenda. En instrumentos, especialmente en los de ideología de izquierda, que no se limiten a interpretar a la sociedad de manera electoralista, sino que tengan el valor de intentar transformarla aunque para conseguirlo pongan en peligro esos éxitos electorales.
Es probable que a la hora de enfrentarse a esta terrible crisis que nos invade, fuera necesario romper con ese corsé electoral que nos obliga al cortoplacismo y tener el valor de afrontar la toma de decisiones con una mirada estratégica. Incluso con el riesgo de perder elecciones. Ser más imaginativos, audaces, innovadores. Ahora que se habla tanto de este concepto en el campo de la tecnología, de la investigación, de la ciencia en general surge la pregunta: ¿por qué no serlo también en la política? En estos oscuros momentos que nos está tocando vivir, quienes intentan ser imaginativos, audaces, innovadores en el seno de los partidos políticos, acaban siendo pasto de las llamas de las hogueras preparadas por los nuevos Torquemada. La Santa Inquisición que pensábamos era propia del pasado, vuelve con fuerza en esta época que ya hace años algunos historiadores definen como segunda Edad Media.
Quizás sea éste el momento de abrir el debate con valentía, dentro y fuera de los mismos, al menos en los de izquierdas como el propio PSOE. Partiendo de una base fundamental: que todas las actuaciones disciplinarias en vigor queden en suspenso. Una especie de amnistía política que permita participar en sus debates internos a todas aquellas personas que tienen algo que aportar. Porque son precisamente éstas, las que han tenido el valor de enfrentarse a los aparatos, las que tienen una mayor capacidad intelectual, las que han tenido la valentía de expresarlo libremente y por eso están en esa situación. Probablemente lo más valioso de cada partido haya estado o esté bajo el peso de esa terrible disciplina interna.
Creo que somos más quienes estamos a favor de esa profunda reforma. Los que apostamos porque el aire fresco inunde sus salas y despachos para que sean los más valiosos, quienes más capacidad intelectual e ideológica tengan y no los más serviles, lameculos, burócratas vulgares o buscadores de empleo estable, los que dirijan estas naves. Somos más quienes desde la base -porque la base es inmensamente mayor que las cúpulas dirigentes- estamos exigiendo esos cambios, y quizás sea bueno y saludable que una profunda revolución interna, como un inmenso tsunami político, acabe con el arcaico sistema actual.
Una revolución pacífica, ideológica, intelectual, democrática, libertaria. Ahí estamos, ahí estaremos, ahora sólo falta que más se unan a esta cruzada. La política y la sociedad necesitan esta revolución.
En los últimos tiempos, quizás porque mi tema dentro del PSOE me ha hecho estar más atento a estas cuestiones, he tenido conocimiento de numerosos casos de respuestas pura y duramente disciplinarias a lo que debiera ser exclusivamente un debate político claro, libre y transparente. Los casos recientes de Antonio Asunción en el PSPV, Koldo Méndez en el PSE, Oliver Klein en el PSC, las compañeras y compañeros del PSC de Tenerife..., indican que algo de fondo está fallando.
Me consta que esta situación de mano dura se extiende como una gran epidemia por el funcionamiento interno de todos los partido políticos sin excepción (el caso de Álvarez Cascos en el PP lo demuestra), sean de la derecha o la izquierda, nacionalistas de un tipo o del otro, pro sistema e incluso antisistema.
Siempre he denunciado, con nulo éxito, la situación en el interior de esos partidos políticos -de todos ellos- en lo que se refiere a la falta de democracia interna, incluso he trasladado estas tesis a mis aportaciones en los diferentes congresos.
Hay que tener en cuenta que nacieron en el siglo XIX y prácticamente no han evolucionado nada en esta cuestión. Se han convertido en una maquinaria electoral desideologizada en la que prima exclusivamente la disciplina -sumisión en mi opinión-, cercenando cualquier debate, cualquier disidencia que pueda suponer un peligro para las élites que los dirigen, aunque generalmente la intenten disfrazar con el ropaje de que eso debilita al partido y es castigado electoralmente por la sociedad.
Es probable que esto último sea cierto ya que la sociedad actual, aunque siga considerando a los políticos como uno de sus mayores problemas, castiga cuando en el interior se manifiestan pluralidad ideológica, debates enriquecedores o atisbos de libertad. Esa contradicción es utilizada por sus dirigentes para cortar de raíz cualquier disidencia, cualquier discrepancia con el poder establecido, utilizando un instrumento cruel y deleznable que se conoce como medidas disciplinarias, en un primer momento a través de simples amenazas que suelen culminar con su estricta aplicación.
Por eso en los estatutos que rigen su vida interna y externa, el apartado disciplinario es el más extenso. En lo que conozco, tengo la sensación que una gran parte de lo que se refleja ahí es claramente ilegal, infringiendo muchos de los derechos básicos contemplados en nuestra Constitución. Por eso, en los últimos tiempos muchos de los afectados por esta injusta situación recurren al amparo de los tribunales de Justicia, apoyándose en lo señalado en nuestra máxima norma de convivencia, haciendo referencia a la vulneración de derechos fundamentales. Sería paradójico que la necesaria democratización de estos partidos esclerotizados y rígidos viniera a golpe de sentencias judiciales que les obligaran a adaptarse a los nuevos tiempos.
Porque lo normal debiera ser que un afiliado tuviera los mismos derechos como ciudadano que como militante, y que las normas básicas que rigen la vida fuera de los partidos se aplicaran también dentro.
Lamentablemente, en muchos casos eso no es así, y por eso en los últimos tiempos esos conflictos que debieran ser solucionados en clave interna trascienden al ámbito judicial. Qué mal está esto cuando ocurre una circunstancia así.
Quizá sea éste el momento, aunque sólo fuera para recuperar la confianza perdida en el seno de nuestra sociedad, de poner fin a esta situación y emprender una profunda transformación de los partidos políticos en nuestro país. Podría ocurrir que el primero que tenga el valor de hacerlo acabe teniendo un plus electoral inesperado.
Conseguir que dejen de ser una maquinaria al servicio de sus dirigentes, una fuente de empleo -curiosamente para los sectores más jóvenes que acceden a ellos y que debieran ser precisamente por eso los más rebeldes, los más críticos- que genera dependencia y sumisión a quien tiene el poder de repartirlo. Ser capaces de convertir sus paredes de acero en cristales transparentes, con una mayor democracia interna, fomentando la libertad de expresión, debates activos, rotación constante en su dirección y en sus cargos públicos, incompatibilidad de cargos, límite de mandatos, listas electorales abiertas, etcétera. Que se conviertan realmente en una maquinaria al servicio de la sociedad, en los que cualquier cargo suponga un esfuerzo de dedicación a ello y no una prebenda. En instrumentos, especialmente en los de ideología de izquierda, que no se limiten a interpretar a la sociedad de manera electoralista, sino que tengan el valor de intentar transformarla aunque para conseguirlo pongan en peligro esos éxitos electorales.
Es probable que a la hora de enfrentarse a esta terrible crisis que nos invade, fuera necesario romper con ese corsé electoral que nos obliga al cortoplacismo y tener el valor de afrontar la toma de decisiones con una mirada estratégica. Incluso con el riesgo de perder elecciones. Ser más imaginativos, audaces, innovadores. Ahora que se habla tanto de este concepto en el campo de la tecnología, de la investigación, de la ciencia en general surge la pregunta: ¿por qué no serlo también en la política? En estos oscuros momentos que nos está tocando vivir, quienes intentan ser imaginativos, audaces, innovadores en el seno de los partidos políticos, acaban siendo pasto de las llamas de las hogueras preparadas por los nuevos Torquemada. La Santa Inquisición que pensábamos era propia del pasado, vuelve con fuerza en esta época que ya hace años algunos historiadores definen como segunda Edad Media.
Quizás sea éste el momento de abrir el debate con valentía, dentro y fuera de los mismos, al menos en los de izquierdas como el propio PSOE. Partiendo de una base fundamental: que todas las actuaciones disciplinarias en vigor queden en suspenso. Una especie de amnistía política que permita participar en sus debates internos a todas aquellas personas que tienen algo que aportar. Porque son precisamente éstas, las que han tenido el valor de enfrentarse a los aparatos, las que tienen una mayor capacidad intelectual, las que han tenido la valentía de expresarlo libremente y por eso están en esa situación. Probablemente lo más valioso de cada partido haya estado o esté bajo el peso de esa terrible disciplina interna.
Creo que somos más quienes estamos a favor de esa profunda reforma. Los que apostamos porque el aire fresco inunde sus salas y despachos para que sean los más valiosos, quienes más capacidad intelectual e ideológica tengan y no los más serviles, lameculos, burócratas vulgares o buscadores de empleo estable, los que dirijan estas naves. Somos más quienes desde la base -porque la base es inmensamente mayor que las cúpulas dirigentes- estamos exigiendo esos cambios, y quizás sea bueno y saludable que una profunda revolución interna, como un inmenso tsunami político, acabe con el arcaico sistema actual.
Una revolución pacífica, ideológica, intelectual, democrática, libertaria. Ahí estamos, ahí estaremos, ahora sólo falta que más se unan a esta cruzada. La política y la sociedad necesitan esta revolución.
domingo, 9 de enero de 2011
OPINIÓ COM A MARE, AMIGA I COMPANYA
A càrrec de Neus Bosquet Pujol: mare de l’Oliver.
S’han dit tantes coses d’Oliver Klein Bosquet!, que el millor que he pensat és entrar a explicar jo el que en sé, i deixar les coses que cal en el seu lloc; serà just i caldrà aclarir doncs alguna que altra mentida que he sentit darrerament.
En primer lloc he d’explicar-vos que com a mare em sento orgullosa de la bondat, el ‘savoir faire’, la humilitat i la prudència en la que es mou el meu fill. S’ha parlat dels idiomes que parla i dels seus estudis. Jo us puc assegurar que com a alumne al llarg de la seva trajectòria va ser brillant. Als vint-i-un anys va cursar el seu darrer curs d’estudis de Ciències Polítiques a la Universitat de Heidelberg (Alemanya); als vint-i-dos, de nou a la Universitat Autònoma de Barcelona va ampliar els estudis en Cultura de Pau, Especialització en Cuba i Relacions Internacionals, tot preparant-se a la vegada per l’oposició d’ingrés a la carrera diplomàtica; acte seguit La Caixa en mans del Rei d’Espanya li va concedir una beca per ampliació d’estudis a l’estranger, en aquest cas en Dret Comunitari Europeu a la Unviersitat del Sarre, també a Alemanya; al següent any va realitzar unes pràctiques al Ministeri de Cooperació Internacional alemany amb seu a Bonn; viatja a Mèxic i altres països per conèixer la seva realitat política; en tornar a Barcelona treballa com a consultor polític a l’Institut Internacional de Governabilitat i a l’Observatori DESC de Drets Humans, abans de tornar a Cambrils on ha exercit de professor a la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, a la vegada que ha estat Regidor de l’Equip de Govern de l’Ajuntament de Cambrils des de l’any 2003. D’altra banda, us puc confirmar que parla i escriu perfectament idiomes tan importants com són l’Anglès, l’Alemany i el Francès, a banda del Castellà i del Català.
El desembre d’aquest darrer any 2010 Oliver Klein Bosquet ha passat a ser Regidor No Adscrit de l’Ajuntament degut a l’expulsió sense motiu aparent, més que la gelosia i la por, impulsada per l’Alcalde de la ciutat, Robert Benaiges. Crec sincerament que l’equipatge que porta la persona de què parlo es prou gran, amb els seus trenta-quatre anys, per tal de saber bé el que vol projectar i pensa de la societat que l’envolta.
Com a amiga i companya que sóc seva, també he de dir que l’Oliver és molt amic dels seus amics i la traïció de la qual algú ha parlat cap a la persona del senyor Benaiges és totalment imaginària, com existeix el “malalt imaginari”, ja que una de les principals virtuts del meu fill és la de mostrar-se comunicatiu i exposar sempre les seves idees i el que pensa fer sense embuts ni amagatalls.
Aprovo doncs totalment la nova corrent de pensament que ha endegat l’Oliver amb el grup que ha decidit recolzar-lo, ja que sempre resulta bo fer una anàlisi de cada situació i rectificar si cal les postures preestablertes (ser demòcrata no és fàcil; tots pensem ser-ho però sempre topem amb alguns egos massa elevats de to, els quals fan perdre l’essència pura, les formes i la participació, sense saber escoltar i deixant de banda l’opinió de la majoria). Sense cap mena de dubte, la política que es fa a casa nostra ha de canviar i algú ho havia de dir i impulsar.
Referent als ciutadans de primera i de segona... He de dir que l’Oliver ha estat educat per a tenir els braços oberts a totes les persones sense fer diferències de cap tipus. L’ajuda que aporta vers els ciutadans cambrilencs va des del recolzament a la iniciativa d’un empresari fins a la cobertura de la necessitat que pugui tenir el veí gitano, des de l’atenció que pugui tenir per un jove a la que pugui mostrar per un avi, sempre amb consideració i respecte cap a cada persona i individu. Mai, mai, mai, ha fet l’Oliver cap cosa esperant compensació a canvi; sempre s’ha donat als altres sense esperar res més com a premi que la seva pròpia satisfacció.
Les persones que estan llegint aquest escrit pot ser que pensin que poso el meu fill, amic i company, com a quelcom prop a la perfecció, i no és així, ni això podria ser mai real; efectivament aquesta persona de la qual tant es parla avui té defectes i limitacions, com la resta d’humans, però el que us puc assegurar es que no està en política per beneficiar-se del poder ‘per se’, sinó que és una cosa que viu de forma innata en la seva manera de viure i treballar sempre fent i pensant per la societat.
Demà, si voleu, més.
(Cambrils, 7 de gener de 2011)
S’han dit tantes coses d’Oliver Klein Bosquet!, que el millor que he pensat és entrar a explicar jo el que en sé, i deixar les coses que cal en el seu lloc; serà just i caldrà aclarir doncs alguna que altra mentida que he sentit darrerament.
En primer lloc he d’explicar-vos que com a mare em sento orgullosa de la bondat, el ‘savoir faire’, la humilitat i la prudència en la que es mou el meu fill. S’ha parlat dels idiomes que parla i dels seus estudis. Jo us puc assegurar que com a alumne al llarg de la seva trajectòria va ser brillant. Als vint-i-un anys va cursar el seu darrer curs d’estudis de Ciències Polítiques a la Universitat de Heidelberg (Alemanya); als vint-i-dos, de nou a la Universitat Autònoma de Barcelona va ampliar els estudis en Cultura de Pau, Especialització en Cuba i Relacions Internacionals, tot preparant-se a la vegada per l’oposició d’ingrés a la carrera diplomàtica; acte seguit La Caixa en mans del Rei d’Espanya li va concedir una beca per ampliació d’estudis a l’estranger, en aquest cas en Dret Comunitari Europeu a la Unviersitat del Sarre, també a Alemanya; al següent any va realitzar unes pràctiques al Ministeri de Cooperació Internacional alemany amb seu a Bonn; viatja a Mèxic i altres països per conèixer la seva realitat política; en tornar a Barcelona treballa com a consultor polític a l’Institut Internacional de Governabilitat i a l’Observatori DESC de Drets Humans, abans de tornar a Cambrils on ha exercit de professor a la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, a la vegada que ha estat Regidor de l’Equip de Govern de l’Ajuntament de Cambrils des de l’any 2003. D’altra banda, us puc confirmar que parla i escriu perfectament idiomes tan importants com són l’Anglès, l’Alemany i el Francès, a banda del Castellà i del Català.
El desembre d’aquest darrer any 2010 Oliver Klein Bosquet ha passat a ser Regidor No Adscrit de l’Ajuntament degut a l’expulsió sense motiu aparent, més que la gelosia i la por, impulsada per l’Alcalde de la ciutat, Robert Benaiges. Crec sincerament que l’equipatge que porta la persona de què parlo es prou gran, amb els seus trenta-quatre anys, per tal de saber bé el que vol projectar i pensa de la societat que l’envolta.
Com a amiga i companya que sóc seva, també he de dir que l’Oliver és molt amic dels seus amics i la traïció de la qual algú ha parlat cap a la persona del senyor Benaiges és totalment imaginària, com existeix el “malalt imaginari”, ja que una de les principals virtuts del meu fill és la de mostrar-se comunicatiu i exposar sempre les seves idees i el que pensa fer sense embuts ni amagatalls.
Aprovo doncs totalment la nova corrent de pensament que ha endegat l’Oliver amb el grup que ha decidit recolzar-lo, ja que sempre resulta bo fer una anàlisi de cada situació i rectificar si cal les postures preestablertes (ser demòcrata no és fàcil; tots pensem ser-ho però sempre topem amb alguns egos massa elevats de to, els quals fan perdre l’essència pura, les formes i la participació, sense saber escoltar i deixant de banda l’opinió de la majoria). Sense cap mena de dubte, la política que es fa a casa nostra ha de canviar i algú ho havia de dir i impulsar.
Referent als ciutadans de primera i de segona... He de dir que l’Oliver ha estat educat per a tenir els braços oberts a totes les persones sense fer diferències de cap tipus. L’ajuda que aporta vers els ciutadans cambrilencs va des del recolzament a la iniciativa d’un empresari fins a la cobertura de la necessitat que pugui tenir el veí gitano, des de l’atenció que pugui tenir per un jove a la que pugui mostrar per un avi, sempre amb consideració i respecte cap a cada persona i individu. Mai, mai, mai, ha fet l’Oliver cap cosa esperant compensació a canvi; sempre s’ha donat als altres sense esperar res més com a premi que la seva pròpia satisfacció.
Les persones que estan llegint aquest escrit pot ser que pensin que poso el meu fill, amic i company, com a quelcom prop a la perfecció, i no és així, ni això podria ser mai real; efectivament aquesta persona de la qual tant es parla avui té defectes i limitacions, com la resta d’humans, però el que us puc assegurar es que no està en política per beneficiar-se del poder ‘per se’, sinó que és una cosa que viu de forma innata en la seva manera de viure i treballar sempre fent i pensant per la societat.
Demà, si voleu, més.
(Cambrils, 7 de gener de 2011)
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