CAPÍTULO 12: PROYECTOS EN EL INTERIOR DEL PAÍS
Llegamos de noche al municipio de La Trinidad, después de haber circulado por la Carretera Panamericana, y seguir dirección Masaya, Jinotepe y Ciudad Darío, quedando a no más de cuarenta quilómetros de Estelí. Duermo en casa de Doña Cándida, del Preescolar media cuadra al oeste. Es una casa ancha con un gran jardín en la parte trasera en la cual se sitúa la letrina y el lavadero; me guardan una habitación para mí solo (uno de los gestos más solidarios observados en las casas humildes). Su hija Carla se encuentra embarazada de gemelos. Es una señora que siempre recordaré por su cariño y bondad. También no olvidaré nunca al enorme tucán (¡de verdad, de verdad!) que se encuentra instalado en el jardín antes mencionado.
Empezamos a hablar de los proyectos que se encuentran en la zona con el apoyo de la cooperación internacional al desarrollo. En Estelí mismo se encuentra la Casa Nicaragua, que es donde reposa una brigada de cooperantes llegados desde la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), con el objetivo de ayudar a construir lo que será la Casa Regional de las CEBs. En La Trinidad existe un proyecto de construcción de piscifactoría que está costando mucho de desarrollar, entre otras cosas por la frecuente lluvia caída en los últimos tiempos que ensucia el agua en donde deben crecer y engordar los pescados que deberían alimentar a la población local. Hubo una especie de bruja que en su momento quiso adivinar el mejor sitio para alcanzar el agua y recolectarla por lo cual se deberían construir unos pozos bien profundos. La maquinaria tardó bastante tiempo en llegar y hacer dichos agujeros en la tierra…
Luego están los proyectos de construcción de letrinas, con lo cual se logra aportar una mayor higiene a la comunidad. Múltiples Talleres dirigidos a determinados grupos de población se ofrecen desde la misma CEB local: costura, carpintería, pintura, dibujo. Existe un proyecto de Farmacia Natural que ofrece medicamentos extraídos de la cultura popular autóctona. También es conocido el Bufete de Abogados Popular, con sede en Masaya, que ofrece asesoramiento jurídico a la población más marginada y necesitada. Entre tantos, uno de los proyectos que más me sorprende es el proyecto de la Funeraria, que lleva el nombre de “Rosario Rivera”, ya que, por un lado utiliza los conocimientos de carpintería aprendidos, y por otro da solución al hecho de poder enterrar a familiares que, en otra circunstancia, no podrían realizarlo, y gracias a dicho préstamo se facilita.
De todo ello hablamos con Maru Yarnoz, la pamplonica que los coordina desde hace más de diez años que se instalara en estos lares, después de veinte años más de estancia anterior en Venezuela. En el Cafetín se reúne a la comunidad con la cual se participa en su desarrollo y cuenta con su opinión. Se respira en el ambiente las ganas de desarrollar un proyecto que pudiera servir para becar a los estudiantes de primaria más destacados que tuvieran ganas de seguir estudiando y debieran trasladarse a los siempre lejanos centros de perfeccionamiento.
Al próximo día viajaremos muy temprano hacia Chagüite Blanco, una de las comunidades diseminadas que pertenecen a la Municipalidad de La Trinidad, que pueden sumar entre trescientos o cuatrocientos habitantes, siempre muy difíciles de contar o valorar. Nos acompañara “manejando” (o sea, conduciendo) el máximo colaborador de Maru, que es Mario, una muy buena persona, fiel, aunque pase actualmente una mala época, como muchos en estas latitudes, que le hace llegar “bolo” (borracho, digamos), a nuestra cita.
DIARI ÍNTIM PERÒ PÚBLIC. En aquest blog vull parlar sobre les coses que observo i em preocupen, perquè les estimo: el temps que són els dies que passen i cal aprofitar; les persones que es creuen amb mi; i, finalment, els països, pobles, indrets, racons... que descobreixo poc a poc. Nascut el 1976, soc Professor de Ciencia Política a la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona. Tambe soc Regidor i Portaveu del Nou Moviment Ciutada (NMC) a l'Ajuntament de Cambrils.
jueves, 8 de marzo de 2012
NICARAGUA 1997: CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 12: ENTRE SAN JUDAS Y CHAGÜITE BLANCO
En el día de hoy Albert me viene a buscar a la casa, ya que está más acostumbrado al camino, y vamos juntos, bien pronto, a cambiar dólares por córdovas, en la casa de una señora que se dedica a ello: en total, entre la espera, el café, la parsimonia, dos horas para terminar la operación.
También ahora me doy cuenta de que mi presencia ha causado cierto revuelo o controversia entre la vecindad. Uno nunca se da cuenta a la primera de cambio sino con el paso de los días. En principio, a Chagüite Blanco, en La Trinidad, debían sumarse dos chicas mallorquinas al grupo que finalmente no llegaron; a lo cual se sumó la baja de Alberto que se quedó trabajando en España. Ello descompensaba los dos destinos y su presencia extranjera: seríamos finalmente seis blanquitos o “cheles” que nos quedaríamos en Los Quinchos, por quatro miembros más de las brigadas que marcharían hacia el departamento de Estelí, a parte de la Coordinadora de los Campos de Solidaridad, Violeta, y el Director de la ONG con la que nos encontramos, Setem, que se llama Toni, que aprovecharán para visitar todos los proyectos de su entidad, así como otros instalados en la misma Nicaragua, como pueden ser los de Chacra Seca, y también otros residentes en Guatemala, Honduras y El Salvador. Es de esta manera que los organizadores de los campos de trabajo me han pedido que la primera semana que entra viaje a apoyar a la gente de Chagüite, en las montañas, entre otras cosas para no dejar solo a Marcel, como único macho entre mayoría femenina. A esta decisión, fruto de diferentes coincidencias, nunca le dejaré de estar lo suficientemente agradecido, ya que me ayudará en poco tiempo a comparar el estado diferente de la ciudad y del campo, por lo tanto con diferentes necesidades, en un mismo país subdesarrollado.
Camino de Chagüite, en la furgoneta, podremos hablar con los que me acompañan sobre los múltiples proyectos que se están llevando a cabo, con mejor y peor suerte, en este país, desde las piscifactorías de almojarras (un pez muy típico de la zona), hasta todos los comedores populares y proyectos nutricionales dirigidos a la infancia que proliferan allende. Estamos de acuerdo en el hecho de que “proyectos pequeños, uno al lado de otro, pueden ayudar mucho”, pero, claro está, siempre que estén bien coordinados. Tenemos también la abundancia de apadrinamientos de niños, con becas para realizar la educación primaria, que cuestan una inversión de alrededor de cincuenta dólares al año, y los microcréditos donados a las mayoritariamente emprendedoras femeninas que quieren abrir negocios del tipo de cafetines, pulperías o peluquerías. Es este un buen momento para hablar de los proyectos a apoyar durante nuestra estancia y discutir sobre la eficiencia en sí misma de la cooperación internacional al desarrollo.
En el día de hoy Albert me viene a buscar a la casa, ya que está más acostumbrado al camino, y vamos juntos, bien pronto, a cambiar dólares por córdovas, en la casa de una señora que se dedica a ello: en total, entre la espera, el café, la parsimonia, dos horas para terminar la operación.
También ahora me doy cuenta de que mi presencia ha causado cierto revuelo o controversia entre la vecindad. Uno nunca se da cuenta a la primera de cambio sino con el paso de los días. En principio, a Chagüite Blanco, en La Trinidad, debían sumarse dos chicas mallorquinas al grupo que finalmente no llegaron; a lo cual se sumó la baja de Alberto que se quedó trabajando en España. Ello descompensaba los dos destinos y su presencia extranjera: seríamos finalmente seis blanquitos o “cheles” que nos quedaríamos en Los Quinchos, por quatro miembros más de las brigadas que marcharían hacia el departamento de Estelí, a parte de la Coordinadora de los Campos de Solidaridad, Violeta, y el Director de la ONG con la que nos encontramos, Setem, que se llama Toni, que aprovecharán para visitar todos los proyectos de su entidad, así como otros instalados en la misma Nicaragua, como pueden ser los de Chacra Seca, y también otros residentes en Guatemala, Honduras y El Salvador. Es de esta manera que los organizadores de los campos de trabajo me han pedido que la primera semana que entra viaje a apoyar a la gente de Chagüite, en las montañas, entre otras cosas para no dejar solo a Marcel, como único macho entre mayoría femenina. A esta decisión, fruto de diferentes coincidencias, nunca le dejaré de estar lo suficientemente agradecido, ya que me ayudará en poco tiempo a comparar el estado diferente de la ciudad y del campo, por lo tanto con diferentes necesidades, en un mismo país subdesarrollado.
Camino de Chagüite, en la furgoneta, podremos hablar con los que me acompañan sobre los múltiples proyectos que se están llevando a cabo, con mejor y peor suerte, en este país, desde las piscifactorías de almojarras (un pez muy típico de la zona), hasta todos los comedores populares y proyectos nutricionales dirigidos a la infancia que proliferan allende. Estamos de acuerdo en el hecho de que “proyectos pequeños, uno al lado de otro, pueden ayudar mucho”, pero, claro está, siempre que estén bien coordinados. Tenemos también la abundancia de apadrinamientos de niños, con becas para realizar la educación primaria, que cuestan una inversión de alrededor de cincuenta dólares al año, y los microcréditos donados a las mayoritariamente emprendedoras femeninas que quieren abrir negocios del tipo de cafetines, pulperías o peluquerías. Es este un buen momento para hablar de los proyectos a apoyar durante nuestra estancia y discutir sobre la eficiencia en sí misma de la cooperación internacional al desarrollo.
NICARAGUA 1997 / Capítulo 11
CAPÍTULO 11:TOMA DE CONTACTO CON LAS COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE (CEB)
Enseguida nos daremos cuenta que resulta muy importante en Nicaragua apoyar el trabajo de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) instaladas también el Barrio de San Judas. Es preciso visionar el video titulado “Las niñas del alba” que nos habla de muchachas como Celeste, Denisse y La China (de catorce años), Elania y Gloria (de dieciocho), que se ven abocadas a ejercer la prostitución en las calles de Managua. La policía no les ayuda en nada, sólo quieren reales o favores en especie para no llevarlas a prisión. Por un lado, el somocismo promovió cierta prostitución de élite, pero la crisis que coincidió con el final del sandinismo no dudó en extenderla por todas las calles de Managua. Este es uno de los cuatro grupos de proyectos que vamos a conocer: le llaman el grupo de las Muchachas Trabajadoras de la Calle, o sea prostitutas que van de los diez a los diecinueve años. Representan un grupo de alto riesgo social ya que hablamos de madres adolescentes en muchos de los casos, a las cuales se les deben hacer talleres de capacitación para tener una alternativa al dinero fácil, de la misma manera que se les da apoyo psicológico.
El segundo grupo de proyectos son las Ollas Comunes, comedores para niños pequeños de menos de seis años que se encuentren en alto riesgo social. Padecen muchos de ellos la desnutrición y es por ello que debe proporcionárseles alimentos básicos. El tercer grupo lo compone la Medicina Natural como alternativa a los fármacos químicos. Bajo el lema “Salud para todos” se promueve desde los Centros de Salud mismos para alcanzar una nueva armonía entre ser humano y naturaleza. Existen también consultorios de barrio y pese a que el Gobierno no preste mucho interés en ellos se cuenta con el apoyo del sistema de Naciones Unidas, sobre todo en lo que respecta a la educación preventiva, el rescate de las tradiciones y la capacitación de futuros profesionales. Finalmente existe un nuevo grupo de implicación bajo el que se desarrollan los proyectos con Niños Adolescentes Trabajadores de la Calle, también conocidos popularmente como “Natras”, chavalos y chavalas que subsisten del propio medio donde se ubican, pasando de la prostitución con extranjeros a limpiar botas según las circunstancias y el momento. Dentro de este gran grupo existe otro subgrupo que conocemos bajo el apelativo de Los Vendedores Ambulantes de la Calle, que ha proliferado desde que gobierna el neoliberalismo. Al mismo tiempo que se reabren colegios de lujo, clubs, campos de golf, urbanizaciones de veraneo, hospitales privados e iglesias evangélicas, por citar infraestructuras de la nueva era, vuelve a extenderse la imagen de los niños plantados en los semáforos mendigando. Una buena muestra de este contraste se encuentra en la zona de la Catedral Nueva donde podemos leer algunos grafitos interesantes: “Ya lograron el cambio que querían; el Norte capitalista ya puede estar tranquilo”… y, por otro lado: “El sueño de Sandino no lograrán borrarlo”. Se dice, en Nicaragua, que todas estas gentes de las que hemos estado hablando, que nos ocupan y nos preocupan, son responsables ante Dios de su propia generación.
A lo que debemos comentar que todo este magma de cooperación no sería posible sin la complicidad de múltiples agentes pertenecientes a los gobiernos y sociedades civiles de países como son España, Alemania, Holanda, México y Suiza, entre otros, entre los que destacan a su vez las agencias oficiales de desarrollo y organizaciones no gubernamentales como pueden ser Manos Unidas, Oxfam o el Comité Óscar Romero, a parte de la acción social de las diferentes iglesias representadas en el territornio.
En algún lugar leo: “No todos los sueños son solidarios”. Pero si una inscripción me quedará gravada en mi haber por mucho tiempo ésa es la célebre frase del Comandante Tomás Borge “La solidaridad es la ternura de los pueblos”, dirigida a animar a la comunidad internacional a hermanarse con su proceso revolucionario. Casi se convertirá en una máxima personal que compartiré a menudo en debates y clases universitarias.
Enseguida nos daremos cuenta que resulta muy importante en Nicaragua apoyar el trabajo de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) instaladas también el Barrio de San Judas. Es preciso visionar el video titulado “Las niñas del alba” que nos habla de muchachas como Celeste, Denisse y La China (de catorce años), Elania y Gloria (de dieciocho), que se ven abocadas a ejercer la prostitución en las calles de Managua. La policía no les ayuda en nada, sólo quieren reales o favores en especie para no llevarlas a prisión. Por un lado, el somocismo promovió cierta prostitución de élite, pero la crisis que coincidió con el final del sandinismo no dudó en extenderla por todas las calles de Managua. Este es uno de los cuatro grupos de proyectos que vamos a conocer: le llaman el grupo de las Muchachas Trabajadoras de la Calle, o sea prostitutas que van de los diez a los diecinueve años. Representan un grupo de alto riesgo social ya que hablamos de madres adolescentes en muchos de los casos, a las cuales se les deben hacer talleres de capacitación para tener una alternativa al dinero fácil, de la misma manera que se les da apoyo psicológico.
El segundo grupo de proyectos son las Ollas Comunes, comedores para niños pequeños de menos de seis años que se encuentren en alto riesgo social. Padecen muchos de ellos la desnutrición y es por ello que debe proporcionárseles alimentos básicos. El tercer grupo lo compone la Medicina Natural como alternativa a los fármacos químicos. Bajo el lema “Salud para todos” se promueve desde los Centros de Salud mismos para alcanzar una nueva armonía entre ser humano y naturaleza. Existen también consultorios de barrio y pese a que el Gobierno no preste mucho interés en ellos se cuenta con el apoyo del sistema de Naciones Unidas, sobre todo en lo que respecta a la educación preventiva, el rescate de las tradiciones y la capacitación de futuros profesionales. Finalmente existe un nuevo grupo de implicación bajo el que se desarrollan los proyectos con Niños Adolescentes Trabajadores de la Calle, también conocidos popularmente como “Natras”, chavalos y chavalas que subsisten del propio medio donde se ubican, pasando de la prostitución con extranjeros a limpiar botas según las circunstancias y el momento. Dentro de este gran grupo existe otro subgrupo que conocemos bajo el apelativo de Los Vendedores Ambulantes de la Calle, que ha proliferado desde que gobierna el neoliberalismo. Al mismo tiempo que se reabren colegios de lujo, clubs, campos de golf, urbanizaciones de veraneo, hospitales privados e iglesias evangélicas, por citar infraestructuras de la nueva era, vuelve a extenderse la imagen de los niños plantados en los semáforos mendigando. Una buena muestra de este contraste se encuentra en la zona de la Catedral Nueva donde podemos leer algunos grafitos interesantes: “Ya lograron el cambio que querían; el Norte capitalista ya puede estar tranquilo”… y, por otro lado: “El sueño de Sandino no lograrán borrarlo”. Se dice, en Nicaragua, que todas estas gentes de las que hemos estado hablando, que nos ocupan y nos preocupan, son responsables ante Dios de su propia generación.
A lo que debemos comentar que todo este magma de cooperación no sería posible sin la complicidad de múltiples agentes pertenecientes a los gobiernos y sociedades civiles de países como son España, Alemania, Holanda, México y Suiza, entre otros, entre los que destacan a su vez las agencias oficiales de desarrollo y organizaciones no gubernamentales como pueden ser Manos Unidas, Oxfam o el Comité Óscar Romero, a parte de la acción social de las diferentes iglesias representadas en el territornio.
En algún lugar leo: “No todos los sueños son solidarios”. Pero si una inscripción me quedará gravada en mi haber por mucho tiempo ésa es la célebre frase del Comandante Tomás Borge “La solidaridad es la ternura de los pueblos”, dirigida a animar a la comunidad internacional a hermanarse con su proceso revolucionario. Casi se convertirá en una máxima personal que compartiré a menudo en debates y clases universitarias.
NICARAGUA 1997 / Capítulo 10
CAPÍTULO 10: CONOCIENDO MANAGUA
Para conocer una ciudad de América Latina se deben conocer primero sus principales medios de comunicación públicos, en casi todos los casos hablamos de las rutas de los autobuses o guagas, y los diferentes sistemas de taxi que puedes llegar a utilizar para trasladarte en cada caso.
Así pues en Managua, pasamos y conocemos, subimos, bajamos, vemos de lado, pasamos por detrás, y por delante, de sus principales monumentos históricos, como pueden ser el Teatro Rubén Darío, el Palacio Nacional, el Monumento al Guerrillero, el Monumento y el Altar a Juan Pablo II, la Avenida Simón Bolívar, la Plaza Revolucionaria del 18 de Julio, el Malecón, el Hotel Internacional, frente a la Comandancia… todos ellos son monumentos o recuerdos de la recién, y tan sufrida, historia del país. Los hoteles muchas veces son aquellos edificios únicos que aguantan firmes ante los terremotos devastadores que se van produciendo a lo largo de las décadas; los personajes idolatrados son lógica de una misma época reconstructiva de la ciudad en base a nuevas aspiraciones.
Otra manera de conocer el fondo de un país latinoamericano resulta de pararse a almorzar en alguno de los sitios callejeros de comida; así mi primer encuentro en serio con la gastronomía nica se produce en una plaza adornada con cientos de banderas rojinegras sandinistas: cortezas de cerdo, carne de cerdo, pollo y res mezclada, plátano y queso frito, callo pinto (el famoso “arroz con habichuelas”), ensalada con chile, y, para beber, una refrescante “coca cola”. A quince córdovas el servicio. Me gusta, aunque no es la mejor comida del mundo. El picante sí lo destaco.
Una de las cosas más apasionantes que se puede hacer en estos parajes es leer o fijarse en los nombres de los negocios que abundan por las calles y la manera de publicitarlos en sí misma: “El final feliz” es una peluquería; “Arreglamos Cadáveres” anuncia con luces de neón una funeraria; y, “Refrescos DespiertaMuertos” es un lugar de moda donde los novios invitan a sus chicas. Luego me encanta el heladero con su carrito de hace un siglo europeo, con su retoque de campanas, y la imagen nórdica y helada de la marca comercial “Eskimo”, en un lugar en donde el sol lo derrite casi todo, hasta a las personas…
Para conocer una ciudad de América Latina se deben conocer primero sus principales medios de comunicación públicos, en casi todos los casos hablamos de las rutas de los autobuses o guagas, y los diferentes sistemas de taxi que puedes llegar a utilizar para trasladarte en cada caso.
Así pues en Managua, pasamos y conocemos, subimos, bajamos, vemos de lado, pasamos por detrás, y por delante, de sus principales monumentos históricos, como pueden ser el Teatro Rubén Darío, el Palacio Nacional, el Monumento al Guerrillero, el Monumento y el Altar a Juan Pablo II, la Avenida Simón Bolívar, la Plaza Revolucionaria del 18 de Julio, el Malecón, el Hotel Internacional, frente a la Comandancia… todos ellos son monumentos o recuerdos de la recién, y tan sufrida, historia del país. Los hoteles muchas veces son aquellos edificios únicos que aguantan firmes ante los terremotos devastadores que se van produciendo a lo largo de las décadas; los personajes idolatrados son lógica de una misma época reconstructiva de la ciudad en base a nuevas aspiraciones.
Otra manera de conocer el fondo de un país latinoamericano resulta de pararse a almorzar en alguno de los sitios callejeros de comida; así mi primer encuentro en serio con la gastronomía nica se produce en una plaza adornada con cientos de banderas rojinegras sandinistas: cortezas de cerdo, carne de cerdo, pollo y res mezclada, plátano y queso frito, callo pinto (el famoso “arroz con habichuelas”), ensalada con chile, y, para beber, una refrescante “coca cola”. A quince córdovas el servicio. Me gusta, aunque no es la mejor comida del mundo. El picante sí lo destaco.
Una de las cosas más apasionantes que se puede hacer en estos parajes es leer o fijarse en los nombres de los negocios que abundan por las calles y la manera de publicitarlos en sí misma: “El final feliz” es una peluquería; “Arreglamos Cadáveres” anuncia con luces de neón una funeraria; y, “Refrescos DespiertaMuertos” es un lugar de moda donde los novios invitan a sus chicas. Luego me encanta el heladero con su carrito de hace un siglo europeo, con su retoque de campanas, y la imagen nórdica y helada de la marca comercial “Eskimo”, en un lugar en donde el sol lo derrite casi todo, hasta a las personas…
domingo, 4 de marzo de 2012
NICARAGUA 1997 / Capítulo 9
Capítulo 9: ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO
De Escuelas como las de San Judas existen también en la República de Panamá y Cuba, al frente de las cuales están las hermanas clementinas, que en el caso managua veneran a la Virgen de Guadalupe. Por encima del Director Luis se encuentra la Madre Pina. Un día de los nuestros se puede resumir de la siguiente forma: a las siete de la mañana nos abre el conserge-vigilante Ibrahim que nos da acceso a las primeras clases del Matutino; a las diez de la mañana se produce un receso, y luego se continúa hasta las doce cuando nos vamos a comer todos juntos, como ya he explicado en más de una ocasión. De nuevo hay el receso del mediodía para continuar con el trabajo con los Grupos de Alto Riesgo, también conocido como Trabajo Preventivo. Por la tarde trabajan los dos voluntarios españoles de larga duración allí instalados, Gerardo y Laura, con lo que se llama Tercer Grado, o sea los chavalos mayores.
En cada centro escolar hay los profesores más carismáticos y admirados por los alumnos, en nuestro caso se trata de los profesores Walter y Augusto, éste último que toca a su vez muy bien la guitarra. De las hermanas monjas que dan clases y vamos conociendo puedo señalar a la Hermana Martha Adilia, que es la Madre Superiora, encargada de la Pastoral Juvenil de las religiosas de la Asunción.
Uno de los trabajos más interesantes con los que deberemos colaborar son los del Equipo Psico-Social del centro, que se ocupa básicamente de visitar las casas de los niños más problemáticos o que se ausentan de clase con el objetivo de corregir sus actitudes y las de los familiares de los cuales dependen. A eso le llamamos un indicador de “semáforo social” porque nos puede calibrar el estado mejor o peor de la sociedad en relación al sistema educativo que es la base de su desarrollo libre y profundo.
Es en este punto que podemos llegar a calcular hasta qué punto este sistema educativo alternativo en Nicaragua mantiene un compromiso con los más pobres y oprimidos; parece pues que nuestros amigos nicas se encuentren navegando contra corriente en un ambiente neoliberal hostil, aunque se trate de la única respuesta autogestionaria a una situación límite conocida. Las mismas religiosas se ven atadas más a su trabajo social que a su vocación oratoria. Hablamos de que se trata de un principio, por parte de ellas, de “fe aterrizada”, no al estilo nube o teórico: el estilo de la religiosidad del nicaragüense humilde es el de trabajar juntos por un proyecto común que es el de salir de la pobreza extrema en la cual se convive.
Sonia trabajará en el Equipo de Prevención Social que se ocupa de los jóvenes, por la mañana, junto a dos chicas francesas que acaban de llegar como voluntarias, y bajo la dirección de Sor Martha. Amelia y Montse apoyarán a la Hermana Paquita en su clase de Segundo A. Ismael es el experto en computación que deberá coordinarse con la Profesora Mayra. Albert y Oliver, yo mismo, se ocuparán de las visitas a las casas de los que se ausentan de casa. También participarán en el desarrollo del convenio que existe con la Escuela Melania Morales para ocuparse de los discapacitados de la zona. Por la tarde, quién quiera y pueda más, se podrá participar en el trabajo del Preventivo junto a la voluntaria de larga duración Laura, y Fiona, una profesora de inglés de origen australiano con la que cuenta el centro.
Personalmente me hago muy amigo de las dos profesoras que me parecen más modernas y activas dentro de esta comunidad educativa, como son Carmen y América. Ellas se encargan de todas las actividades lúdicas de la Escuela. Concretamente América se ocupa de la asignatura de Folklore, lo cual compagina con la dirección de un grupo artístico en Masaya. Por lo demás, las asignaturas corrientes en la formación nicaragüense, de las cuales son tutores nuestros amigos maestros, son las siguientes: Matemáticas, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Español, Inglés y Educación Física.
De Escuelas como las de San Judas existen también en la República de Panamá y Cuba, al frente de las cuales están las hermanas clementinas, que en el caso managua veneran a la Virgen de Guadalupe. Por encima del Director Luis se encuentra la Madre Pina. Un día de los nuestros se puede resumir de la siguiente forma: a las siete de la mañana nos abre el conserge-vigilante Ibrahim que nos da acceso a las primeras clases del Matutino; a las diez de la mañana se produce un receso, y luego se continúa hasta las doce cuando nos vamos a comer todos juntos, como ya he explicado en más de una ocasión. De nuevo hay el receso del mediodía para continuar con el trabajo con los Grupos de Alto Riesgo, también conocido como Trabajo Preventivo. Por la tarde trabajan los dos voluntarios españoles de larga duración allí instalados, Gerardo y Laura, con lo que se llama Tercer Grado, o sea los chavalos mayores.
En cada centro escolar hay los profesores más carismáticos y admirados por los alumnos, en nuestro caso se trata de los profesores Walter y Augusto, éste último que toca a su vez muy bien la guitarra. De las hermanas monjas que dan clases y vamos conociendo puedo señalar a la Hermana Martha Adilia, que es la Madre Superiora, encargada de la Pastoral Juvenil de las religiosas de la Asunción.
Uno de los trabajos más interesantes con los que deberemos colaborar son los del Equipo Psico-Social del centro, que se ocupa básicamente de visitar las casas de los niños más problemáticos o que se ausentan de clase con el objetivo de corregir sus actitudes y las de los familiares de los cuales dependen. A eso le llamamos un indicador de “semáforo social” porque nos puede calibrar el estado mejor o peor de la sociedad en relación al sistema educativo que es la base de su desarrollo libre y profundo.
Es en este punto que podemos llegar a calcular hasta qué punto este sistema educativo alternativo en Nicaragua mantiene un compromiso con los más pobres y oprimidos; parece pues que nuestros amigos nicas se encuentren navegando contra corriente en un ambiente neoliberal hostil, aunque se trate de la única respuesta autogestionaria a una situación límite conocida. Las mismas religiosas se ven atadas más a su trabajo social que a su vocación oratoria. Hablamos de que se trata de un principio, por parte de ellas, de “fe aterrizada”, no al estilo nube o teórico: el estilo de la religiosidad del nicaragüense humilde es el de trabajar juntos por un proyecto común que es el de salir de la pobreza extrema en la cual se convive.
Sonia trabajará en el Equipo de Prevención Social que se ocupa de los jóvenes, por la mañana, junto a dos chicas francesas que acaban de llegar como voluntarias, y bajo la dirección de Sor Martha. Amelia y Montse apoyarán a la Hermana Paquita en su clase de Segundo A. Ismael es el experto en computación que deberá coordinarse con la Profesora Mayra. Albert y Oliver, yo mismo, se ocuparán de las visitas a las casas de los que se ausentan de casa. También participarán en el desarrollo del convenio que existe con la Escuela Melania Morales para ocuparse de los discapacitados de la zona. Por la tarde, quién quiera y pueda más, se podrá participar en el trabajo del Preventivo junto a la voluntaria de larga duración Laura, y Fiona, una profesora de inglés de origen australiano con la que cuenta el centro.
Personalmente me hago muy amigo de las dos profesoras que me parecen más modernas y activas dentro de esta comunidad educativa, como son Carmen y América. Ellas se encargan de todas las actividades lúdicas de la Escuela. Concretamente América se ocupa de la asignatura de Folklore, lo cual compagina con la dirección de un grupo artístico en Masaya. Por lo demás, las asignaturas corrientes en la formación nicaragüense, de las cuales son tutores nuestros amigos maestros, son las siguientes: Matemáticas, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Español, Inglés y Educación Física.
NICARAGUA 1997 / Capítulo 8
Capítulo 8: HISTORIA PRESENTE
Muchas de nuestras familias han vivido en su propia piel la recién Revolución nicaragüense. Son muchos los familiares que murieron en el frente y es por ello que el recuerdo de la causa sandinista sigue muy presente. Todos ellos, en mayor o menor medida, colaboraron a que el proceso de cambio se afianzara. Muchos de ellos participaron directamente o tuvieron familiares que asistieron al Servicio Militar Obligatorio de dos años que finalmente fue una de las cuestiones que contribuyeron a derrotar al gobierno de Daniel Ortega de entonces. También muchos de los profesores participaron directamente en la Cruzada a favor de la Alfabetización y la Sanidad. Algunos de ellos fueron y probablemente siguen siendo miembros y militantes históricos del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) por lo que ofrecieron y ofrecen aún su trabajo voluntario. En aquella época, recordemos, murieron a su vez muchos combatientes internacionalistas solidarios que llegaron desde diferentes países hermanos como puede ser Cuba, Estado revolucionario por excelencia presente más allá de sus fronteras. Me recuerdan la muerte de un combatiente español en la montaña, y cómo ésta con el tiempo y las charlas irán apareciendo miles de historias más.
Todo tuvo que virar de forma extrema tras la victoria de Violeta Chamorro en 1990, a lo cual tuvo que haber una reconversión ocupacional y un retroceso en muchos de los aspectos y ámbitos que se habían desarrollado, desde la enseñanza laica hasta la emancipación de la mujer. “Ahora se vuelve a crear división”, “los Estados Unidos se han aprovechado de nosotros porque aquí no hay nada que explotar”. Son los descendientes del fundador del FSLN, Carlos Fonseca Amador, que hoy se sienten abandonados por el Gobierno de Arnoldo Alemán que se está gastando los dineros en la construcción de un nuevo aeropuerto cuando mucha gente no tiene ni para comer. Los que estuvieron en la guerra, sus hijos que hoy estudian la historia del país, siguen con un compromiso que les arrastra, son los rojinegros que aún limpian las calles voluntariamente los fines de semana como se hacía entonces.
Las cosas han cambiado mucho pero siguen existiendo aquellos sandinistas ortodoxos que siempre votarán en unas elecciones al FSLN pese a que se sepa de su corrupción o traición a los principios básicos revolucionarios; es la historia y la familia. Lo mismo debe ocurrir en la parte de la derecha política, que acude toda unida y difícilmente engañan su voto. Dicen que “Patria Libre o Morir” por un lado, y por el otro lado existe la influencia de la jerarquía católica encarnada por el Cardenal Obando. Pero ya no persisten monopolios estrictos y hay nuevos actores a los ya tradicionales nombres de Daniel y Humberto Ortega, Carlos Núñez, Carlos Carrión, Jaime Willow, Rigoberto López o Tomás Borge, existe la pujante iglesia evangélica, el nuevo capitalismo que lo arrasa todo…
Muchas de nuestras familias han vivido en su propia piel la recién Revolución nicaragüense. Son muchos los familiares que murieron en el frente y es por ello que el recuerdo de la causa sandinista sigue muy presente. Todos ellos, en mayor o menor medida, colaboraron a que el proceso de cambio se afianzara. Muchos de ellos participaron directamente o tuvieron familiares que asistieron al Servicio Militar Obligatorio de dos años que finalmente fue una de las cuestiones que contribuyeron a derrotar al gobierno de Daniel Ortega de entonces. También muchos de los profesores participaron directamente en la Cruzada a favor de la Alfabetización y la Sanidad. Algunos de ellos fueron y probablemente siguen siendo miembros y militantes históricos del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) por lo que ofrecieron y ofrecen aún su trabajo voluntario. En aquella época, recordemos, murieron a su vez muchos combatientes internacionalistas solidarios que llegaron desde diferentes países hermanos como puede ser Cuba, Estado revolucionario por excelencia presente más allá de sus fronteras. Me recuerdan la muerte de un combatiente español en la montaña, y cómo ésta con el tiempo y las charlas irán apareciendo miles de historias más.
Todo tuvo que virar de forma extrema tras la victoria de Violeta Chamorro en 1990, a lo cual tuvo que haber una reconversión ocupacional y un retroceso en muchos de los aspectos y ámbitos que se habían desarrollado, desde la enseñanza laica hasta la emancipación de la mujer. “Ahora se vuelve a crear división”, “los Estados Unidos se han aprovechado de nosotros porque aquí no hay nada que explotar”. Son los descendientes del fundador del FSLN, Carlos Fonseca Amador, que hoy se sienten abandonados por el Gobierno de Arnoldo Alemán que se está gastando los dineros en la construcción de un nuevo aeropuerto cuando mucha gente no tiene ni para comer. Los que estuvieron en la guerra, sus hijos que hoy estudian la historia del país, siguen con un compromiso que les arrastra, son los rojinegros que aún limpian las calles voluntariamente los fines de semana como se hacía entonces.
Las cosas han cambiado mucho pero siguen existiendo aquellos sandinistas ortodoxos que siempre votarán en unas elecciones al FSLN pese a que se sepa de su corrupción o traición a los principios básicos revolucionarios; es la historia y la familia. Lo mismo debe ocurrir en la parte de la derecha política, que acude toda unida y difícilmente engañan su voto. Dicen que “Patria Libre o Morir” por un lado, y por el otro lado existe la influencia de la jerarquía católica encarnada por el Cardenal Obando. Pero ya no persisten monopolios estrictos y hay nuevos actores a los ya tradicionales nombres de Daniel y Humberto Ortega, Carlos Núñez, Carlos Carrión, Jaime Willow, Rigoberto López o Tomás Borge, existe la pujante iglesia evangélica, el nuevo capitalismo que lo arrasa todo…
NICARAGUA 1997 / Capítulo 7
Capítulo 7: LAS FAMILIAS VINCULADAS AL PROYECTO
Luis, el Subdirector de la Escuela de Los Quinchos, y su esposa Martha, también maestra en la misma escuela, acogen a nuestra compañera Sonia. Tienen dos hijos: Luis Alfredo, el más pequeño, y María José, la más grande. Viven de manera más acomodada que el resto de profesores, muy cerquita de la escuela. Ellos se permiten desayunar de lo que compran en una de las ventas o pulperías cercanas: picapán con Fanta de naranja, de manera frecuente. Y también aprovechan para dar a conocernos las especialidades gastronómicas de la región: arroz blanco con huevo y plátano frito, con cacao; arroz blanco con tomate, pan y queso, con cacao; y el famoso nacatamal, o lo que es lo mismo, pasta de trigo y arroz con carne, pasas y papas (“patatas”), más café.
Comparando las residencias de mis compas con la mía propia puedo precisar como habito una zona bastante más apartada que la del esto. Lo positivo es que hasta ella llegan los taxis y eso me permite no tener que pasear por las calles oscuras más allá de las diez de la noche, ya que todo el mundo a esa hora les tiene miedo a las pandillas. Otra de las ventajas que puedo mencionar es que hasta mi morada llegan tanto la luz como el agua limpia, y ello se ve resumido en dos enchufes prácticamente aplicados para la plancha y mi máquina de afeitar que requiere del famoso adaptador.
En estos instantes de adecuación inicial al medio, ya podemos saber que la sintonía musical del verano será, sin ningún tipo de duda “Entre la línea del bien y la línea del mal”, del colombiano y del cubano, Donato y Estéfano, respectivamente.
Pero sigamos con lo que estábamos ahora narrando: Marcel, antes de viajar hacia el Norte del país, ha vivido con el Sr. José Ezequiel, arquitecto y sargento del Ejército Sandinista durante diecisiete años, y su esposa Doña Mireia, que es la abuela que se ocupa de la casa. Nuria, igualmente, ha pernoctado en la casa de los Sres. García, de los cuales he conocido al Sr. César, de hecho separado de la Sra. Ana. Montse vive con la abuela Leonor y sus dos nietas, con el añadido de tener que aguantar a su marido borracho. Carmen, con Doña Elia, propietaria de una “pulpería” (tienda) dedicada a la venta de comestibles.
De los que se quedan en San Judas, la otra Montse y Amelia conviven con la Profesora Daysi; Albert, en la casa de la familia del Profesor y músico Augusto; luego está Sonia, que ya hemos mencionado, con Luis y Martha; y, yo mismo, con Doña Fran.
Luis, el Subdirector de la Escuela de Los Quinchos, y su esposa Martha, también maestra en la misma escuela, acogen a nuestra compañera Sonia. Tienen dos hijos: Luis Alfredo, el más pequeño, y María José, la más grande. Viven de manera más acomodada que el resto de profesores, muy cerquita de la escuela. Ellos se permiten desayunar de lo que compran en una de las ventas o pulperías cercanas: picapán con Fanta de naranja, de manera frecuente. Y también aprovechan para dar a conocernos las especialidades gastronómicas de la región: arroz blanco con huevo y plátano frito, con cacao; arroz blanco con tomate, pan y queso, con cacao; y el famoso nacatamal, o lo que es lo mismo, pasta de trigo y arroz con carne, pasas y papas (“patatas”), más café.
Comparando las residencias de mis compas con la mía propia puedo precisar como habito una zona bastante más apartada que la del esto. Lo positivo es que hasta ella llegan los taxis y eso me permite no tener que pasear por las calles oscuras más allá de las diez de la noche, ya que todo el mundo a esa hora les tiene miedo a las pandillas. Otra de las ventajas que puedo mencionar es que hasta mi morada llegan tanto la luz como el agua limpia, y ello se ve resumido en dos enchufes prácticamente aplicados para la plancha y mi máquina de afeitar que requiere del famoso adaptador.
En estos instantes de adecuación inicial al medio, ya podemos saber que la sintonía musical del verano será, sin ningún tipo de duda “Entre la línea del bien y la línea del mal”, del colombiano y del cubano, Donato y Estéfano, respectivamente.
Pero sigamos con lo que estábamos ahora narrando: Marcel, antes de viajar hacia el Norte del país, ha vivido con el Sr. José Ezequiel, arquitecto y sargento del Ejército Sandinista durante diecisiete años, y su esposa Doña Mireia, que es la abuela que se ocupa de la casa. Nuria, igualmente, ha pernoctado en la casa de los Sres. García, de los cuales he conocido al Sr. César, de hecho separado de la Sra. Ana. Montse vive con la abuela Leonor y sus dos nietas, con el añadido de tener que aguantar a su marido borracho. Carmen, con Doña Elia, propietaria de una “pulpería” (tienda) dedicada a la venta de comestibles.
De los que se quedan en San Judas, la otra Montse y Amelia conviven con la Profesora Daysi; Albert, en la casa de la familia del Profesor y músico Augusto; luego está Sonia, que ya hemos mencionado, con Luis y Martha; y, yo mismo, con Doña Fran.
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