Fitxa del Prof. Oliver Klein
Oliver Klein Bosquet
Departament Dret Públic
Grup de recerca:
• Territori, Ciutadania i Sostenibilitat (dret ambiental, immigració i govern local)
Expert en:
• Gestió Global de la Immigració
• Relacions Internacionals (Amèrica Llatina i Món Àrab)
• Cooperació al Desenvolupament
• Unió Europea (Dret Comunitari Europeu)
• Anàlisi de Polítiques Públiques (Política Social)
(Juny 2010)
DIARI ÍNTIM PERÒ PÚBLIC. En aquest blog vull parlar sobre les coses que observo i em preocupen, perquè les estimo: el temps que són els dies que passen i cal aprofitar; les persones que es creuen amb mi; i, finalment, els països, pobles, indrets, racons... que descobreixo poc a poc. Nascut el 1976, soc Professor de Ciencia Política a la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona. Tambe soc Regidor i Portaveu del Nou Moviment Ciutada (NMC) a l'Ajuntament de Cambrils.
sábado, 10 de julio de 2010
miércoles, 7 de julio de 2010
CEMENTO CONTRA LA HUMANIDAD
Pensamientos de Alemania 2000
Han caído dos muros en poco más de diez años. Mejor dicho han caído un Muro y dos Torres Gemelas; en resumen, mucho cemento, y muchas personas han muerto con todo ello. La pregunta del despiste debería ser sobre cuándo empieza el S.XXI. ¿Empieza el S.XXI con la caída del Muro de Berlín, o comienza éste con el atentado a las Dos Torres Gemelas? Entre „finales de la historia“ y „choques civilizatorios“ aún tenemos espacio para otra diversión como puede ser intentar fechar el origen de la nueva era (la de Bush, Putin, los chinos, los musulmanes y el resto; si utilizamos un estilo de análisis reduccionista).
Puedo estar de acuerdo en que la caída del Muro de Berlín significó el fin de una Guerra Fría que cristalizó como Tercera Guerra Mundial bajo todos los efectos, y acepto que el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York representa la primera crisis internacional del sistema de seguridad en la era de la globalización; mas mis auténticas convicciones y lo que vengo a defender se maneja por otras latitudes. No sé a quién cito exactamente, y lo completo: „Nuestra sociedad está enferma porque estando muy harta, casi al punto de reventar, aún quiere más y más, hasta parecer querer destruirse“. Quizás la analogía de este proceso destructivo actual lo encontremos en los estragos que produce la droga; que se produce en el sur, se comercializa desde el norte y se consume a escala planetaria.
El símbolo del cemento hecho añicos, sin embargo, es el mejor síntoma que nos muestra el declive de nuestra sociedad opulenta, representada por un sistema económico más que nunca esclavizador, el auge de la tecnología, la idiotización premeditada de la gente, el engaño y la hipocresía como medios válidos para aspirar a un sitio de honor en el podio del prestigio. Realmente estamos ante una imagen que nos muestra como algunas cosas se tambalean, y los políticos de turno de las potencias conocidas se mueven para aquí y para allá intentando recolocar o, como mínimo, salvar los muebles, ante el inminente movimiento de tierra. Las casas estaban desde un buen principio mal concebidas, construídas con un material anticuado que no podía soportar las consecuencias del descabellado rumbo escogido. Sin duda, ahora todos buscan un nuevo material, de superior calidad, que no puede ser de ninguna de las maneras precisamente la lucha internacional contra el terrorismo.
Entre los que reubican los muebles, para citar ejemplos más claros y generales, se haya el presidente estadounidense Bush, inmerso en una búsqueda fatal de nuevos destinos estratégicos, empecinado en reforzar su posición de policía mundial y hacer depender a los demás de su capacidad de decisión. Lo de Afganistán, frente a los que decían que se trataría de un conflicto largo, se ha solventado en unos pocos días, porque ante bombardeos indiscriminados de la potencia mundial, no hay país ni combatientes, salvo que posean el botón nuclear, que puedan oponer resistencia. Llegará el día, si seguimos por el mismo camino, en que, por fin, no habrán guerras, porque nos habremos destruido sin llegar a la necesidad de luchar. ¿Cómo se explica que lo de Israel y Palestina no se solucione „ni a tiros“?; entre otros factores menores, hay bombas atómicas entre medio.
Luego está la Unión Europea, con su personaje estrella que no es otro que el español Javier Solana, representante de la Política Exterior y de Seguridad Común. ¿Para qué sirven crear tanta burocracia y tantos papeles estratégicos si en el fondo se es consciente de que no se puede influir sobre el fondo de las cosas? Entonces sí que uno se puede plantear como alternativa el „sistema kamikaze“, fundamentalismos, McVeigh, la revolución, el exterminio, los neozapatistas, la droga de nuevo... Rusia, como Francia lleva haciendo hace tiempo, intenta lo indecible para colocarse de puntillas en la foto, sobre todo procura ser original y un poco autónoma para que su opinión pueda ser considerada, pero no aspira a nada más. En el teatro del mundo todos tenemos un rol que inventamos y nos lo aceptan; si no ocurre lo de la aceptación, que se produce bajo un tipo de pacto secreto e invencible, pasamos a ser considerados inmediatamente marginados („Asoziale“, dicen en Alemania) . Los únicos que parten con ventaja son los chinos porque siempre van despacio, sin renunciar a su tiempo y a las propias convicciones sobre su especificidad. Los chinos, pese a lo dicho, corren el mismo riesgo que los musulmanes; también su capacidad es demasiado grande y el eje del mínimo común denominador que une a sus pueblos, puede en breve pasar a ser secundario ante otros eventos más plausibles como son la pobreza, la dictadura y la corrupción de sus gobernantes. Como en las antiguas Unión Soviética o Yugoslavia, se mantiene el orgullo del origen, el ser eslavo por ejemplo, y se elimina de un plumazo la ideología, la discusión sobre las ideas y modelos de vida. Muchas veces los genes nos engañan y casi siempren ganan a nuestros esfuerzos intelectuales para superarlos. Aquí hace aparición en el escenario el nacionalismo del que pasaré a hablar más tarde.
En todo caso, el peligro universal que se avecina, parecido al peligro que supusieron los bárbaros allende de las fronteras del Imperio Romano hace unos siglos, es el peligro humano de ejecutar el „juego de la doble moral“, porque evidentemente es el menos sincero y por eso mismo se caracteriza por su sutilidad y traición. Todo el mundo conoce este juego y lo acepta en su vida cotidiana, precisamente porque está sometido al mismo. Decimos que estamos en el baile, pues más vale bailar, aunque se haga muy mal. El juego de que hablamos contradice frontalmente el significado estricto del verbo convencer, que debe ser la manera de plantear alternativas diversas ante una situación presumiblemente caótica, y que la gente de buena fe suele practicar con su propio ejemplo. Ni Estados Unidos ni Arabia Saudita; tampoco la Unión Europea como conjunto; China y Rusia; pueden pretender convertirse en paladines de una cosa que ignoran. Se puede bailar pero no se puede exigir que te reconozcan que estás bailando bien o imponer tu forma desastrosa de bailar.
Por un lado, el capitalismo ha vencido porque partía con otra ventaja comparativa diferente a la de los chinos, también aplicable en breve para éstos: sin duda, se trata de la segunda ideología más antigua de la historia tras el machismo. Me imagino en este punto que lo primero que Adán hizo al saber lo que había hecho Eva, fue darle una tremenda bofetada e inmediatamente después castigarla para siempre a cocinarle y lavarle la ropa, hecho que le suponía al primitivo Adán un gran ahorro físico y económico. En este sentido, sí que Estados Unidos y el mundo musulmán, hoy aparentemente enfrentados, predican con el ejemplo bíblico equivocado y tienen que correr con las consecuencias. Dios, que está detrás de todo, permitió y aceptó la reacción de Adán, como el mundo comprende que hay que darle patadas para vencer, que no es lo mismo que convencer, al que opina diferente. Ésta es la representación de una historia muy occidental, que también tiene su representación en la escenografía oriental, árabe o africana, por citar otros ejemplos.
Después de hablar mucho de Estados Unidos no está de más citar directamente a Arabia, el país que especula en el mercado financiero con sus dólares petrolíferos para luego recomendar una buena dosis de religión, pura y dura. Más opio, como denunciaba y se convirtió para sí mismo el propio comunismo. Más opio o tiempo perdido en la formulación de articulaciones intelectuales estúpidas, como la idea de que con democracia, mercado abierto y respeto a los derechos humanos todo va a arreglarse. ¿De qué democracia, mercado y derechos humanos hablamos? En ningún caso el ejemplo válido es el predicado por los Estados Unidos, con un presidente elegido de forma extraña, que sólo es el presidente de la mitad exacta del electorado, con una cantidad enorme de vagabundos que viven peor quizás que otros muchos pobres por dondequiera (aparte de la pobreza espiritual que supone alzar la vista y verse rodeado de una riqueza que no puede alcanzarse y además humilla; a los mismos rascacielos me refiero) y una disciplina tan antigua como falsa que pretende eliminar la conflictividad social con la ley del talión y el hacinamiento de presos en „corredores de la muerte“. Ya lo dijo Ghandi: „ojo por ojo y seguro que nos quedaremos ciegos“. Tampoco es nada lógico lo que está pasando en mi admirado mundo musulmán cuando se produce la complicidad entre un argelino, daga en mano y angustia por la supervivencia, y un millonario saudí que se dedica a ensalzar la bondad de Alá por medio de Al Yazira. Bajo mi punto de vista, a éste argelino le ocurre lo mismo que al dominicano, consumidor habitual de CNN, que se pone la gorra de béisbol de los „Yankees“ e insulta abiertamente „hijoputas“ a los estadounidenses.
Otra ideología basada en sentimientos humanos irreprimibles, como fueron el Machismo con la imposición de la fuerza física de los hombres, y el Capitalismo con el egoísmo de acumular sin pensar en la posibilidad de compartir, es el Nacionalismo que se fundamenta en una mezcla de los dos elementos citados: orgullo y creencia en la capacidad de imponer los propios criterios al resto, por entender que su superioridad es incuestionable. Esta ideología, que tiende a enterrarse y resurgir en los tiempos más remotos, aún hoy provoca estragos y deberemos entenderla como parte de la reacción ante la situación actual de crisis. Pensemos por un momento en las nuevas piezas del tablero, que son muy importantes: en el mundo musulmán convive una especie de Machismo entremezclado con un Nacionalismo tribal y otro en referencia a la religión que se profesa. En China, la religión no acumula la fuerza integradora del Islam, pero se asocian Machismo, Nacionalismo y Comunismo. En cuanto a la posibilidad que el mundo musulmán se convirtiera en comunista la oportunidad ya se perdió y no hay vuelta de hoja. Éstas sean seguramente las razones de muchos miedos.
Ante tantas cuestiones y posicionamientos críticos del momento actual que nos ha tocado vivir, el valor universal que hoy día podemos aspirar a encontrar, unos y otros, es el de la comprensión del sufrimiento de los países y de las familias pobres de todo el mundo. Quizás en otra cosa no podamos ponernos de acuerdo, pero el sufrimiento de estas gentes también es transmitido por vía satélite, por lo tanto, incuestionable. La injusticia social, las guerras y el racismo son causas de la situación de angustia de millones de personas por lo que deberíamos convenir hacer algo para combatirlos y remediarlos. Una verdad universal es que el sufrimiento está repartido y que no todo es del color de rosa de los vestidos de las muñecas que nos venden por Navidad. El pan de hoy puede convertirse en hambre para mañana. La verdad no puede ser impuesta si pretendemos defender la libertad a que todo ser humano tiene derecho. Nadie sabe lo que puede pasar en el futuro y nadie está libre de pecado para tirar la primera piedra, pero lo que está claro es que los tiempos que estamos afrontando no los afrontamos con ganas de remediar lo que se puede remediar, sino que parece que el sistema de dominación que históricamente ha impuesto una minoría sobre una mayoría, parece reproducirse, con las únicas diferencias de que la minoría que impone incluso no tiene el dominio de la situación, y de que la mayoría existente ha sido sometida a un lavado de celebro tan grande que no puede responder más allá del consumo, el color y el sexo.
Ante dicho panorama dibujado me atrevo a decir que efectivamente está cambiando mucho para que no cambie esencialmente nada. Los males son los de siempre y los malos de hoy también se comportan como los de ayer. Sólo hace falta graduar bien las lentes y apuntar al objetivo al que debemos derrotar con el dardo de la palabra. Y de los hechos incuestionables.
Propongo volver a la reflexión humanista sobre el sentido de nuestra existencia y la finalidad de la misma. Antepongo la humanidad al cemento, simplemente porque quiero salvarme. No se pueden construir más muros y torres, para que se nos caigan de nuevo encima.
(Bonn, Alemania, 2000)
Han caído dos muros en poco más de diez años. Mejor dicho han caído un Muro y dos Torres Gemelas; en resumen, mucho cemento, y muchas personas han muerto con todo ello. La pregunta del despiste debería ser sobre cuándo empieza el S.XXI. ¿Empieza el S.XXI con la caída del Muro de Berlín, o comienza éste con el atentado a las Dos Torres Gemelas? Entre „finales de la historia“ y „choques civilizatorios“ aún tenemos espacio para otra diversión como puede ser intentar fechar el origen de la nueva era (la de Bush, Putin, los chinos, los musulmanes y el resto; si utilizamos un estilo de análisis reduccionista).
Puedo estar de acuerdo en que la caída del Muro de Berlín significó el fin de una Guerra Fría que cristalizó como Tercera Guerra Mundial bajo todos los efectos, y acepto que el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York representa la primera crisis internacional del sistema de seguridad en la era de la globalización; mas mis auténticas convicciones y lo que vengo a defender se maneja por otras latitudes. No sé a quién cito exactamente, y lo completo: „Nuestra sociedad está enferma porque estando muy harta, casi al punto de reventar, aún quiere más y más, hasta parecer querer destruirse“. Quizás la analogía de este proceso destructivo actual lo encontremos en los estragos que produce la droga; que se produce en el sur, se comercializa desde el norte y se consume a escala planetaria.
El símbolo del cemento hecho añicos, sin embargo, es el mejor síntoma que nos muestra el declive de nuestra sociedad opulenta, representada por un sistema económico más que nunca esclavizador, el auge de la tecnología, la idiotización premeditada de la gente, el engaño y la hipocresía como medios válidos para aspirar a un sitio de honor en el podio del prestigio. Realmente estamos ante una imagen que nos muestra como algunas cosas se tambalean, y los políticos de turno de las potencias conocidas se mueven para aquí y para allá intentando recolocar o, como mínimo, salvar los muebles, ante el inminente movimiento de tierra. Las casas estaban desde un buen principio mal concebidas, construídas con un material anticuado que no podía soportar las consecuencias del descabellado rumbo escogido. Sin duda, ahora todos buscan un nuevo material, de superior calidad, que no puede ser de ninguna de las maneras precisamente la lucha internacional contra el terrorismo.
Entre los que reubican los muebles, para citar ejemplos más claros y generales, se haya el presidente estadounidense Bush, inmerso en una búsqueda fatal de nuevos destinos estratégicos, empecinado en reforzar su posición de policía mundial y hacer depender a los demás de su capacidad de decisión. Lo de Afganistán, frente a los que decían que se trataría de un conflicto largo, se ha solventado en unos pocos días, porque ante bombardeos indiscriminados de la potencia mundial, no hay país ni combatientes, salvo que posean el botón nuclear, que puedan oponer resistencia. Llegará el día, si seguimos por el mismo camino, en que, por fin, no habrán guerras, porque nos habremos destruido sin llegar a la necesidad de luchar. ¿Cómo se explica que lo de Israel y Palestina no se solucione „ni a tiros“?; entre otros factores menores, hay bombas atómicas entre medio.
Luego está la Unión Europea, con su personaje estrella que no es otro que el español Javier Solana, representante de la Política Exterior y de Seguridad Común. ¿Para qué sirven crear tanta burocracia y tantos papeles estratégicos si en el fondo se es consciente de que no se puede influir sobre el fondo de las cosas? Entonces sí que uno se puede plantear como alternativa el „sistema kamikaze“, fundamentalismos, McVeigh, la revolución, el exterminio, los neozapatistas, la droga de nuevo... Rusia, como Francia lleva haciendo hace tiempo, intenta lo indecible para colocarse de puntillas en la foto, sobre todo procura ser original y un poco autónoma para que su opinión pueda ser considerada, pero no aspira a nada más. En el teatro del mundo todos tenemos un rol que inventamos y nos lo aceptan; si no ocurre lo de la aceptación, que se produce bajo un tipo de pacto secreto e invencible, pasamos a ser considerados inmediatamente marginados („Asoziale“, dicen en Alemania) . Los únicos que parten con ventaja son los chinos porque siempre van despacio, sin renunciar a su tiempo y a las propias convicciones sobre su especificidad. Los chinos, pese a lo dicho, corren el mismo riesgo que los musulmanes; también su capacidad es demasiado grande y el eje del mínimo común denominador que une a sus pueblos, puede en breve pasar a ser secundario ante otros eventos más plausibles como son la pobreza, la dictadura y la corrupción de sus gobernantes. Como en las antiguas Unión Soviética o Yugoslavia, se mantiene el orgullo del origen, el ser eslavo por ejemplo, y se elimina de un plumazo la ideología, la discusión sobre las ideas y modelos de vida. Muchas veces los genes nos engañan y casi siempren ganan a nuestros esfuerzos intelectuales para superarlos. Aquí hace aparición en el escenario el nacionalismo del que pasaré a hablar más tarde.
En todo caso, el peligro universal que se avecina, parecido al peligro que supusieron los bárbaros allende de las fronteras del Imperio Romano hace unos siglos, es el peligro humano de ejecutar el „juego de la doble moral“, porque evidentemente es el menos sincero y por eso mismo se caracteriza por su sutilidad y traición. Todo el mundo conoce este juego y lo acepta en su vida cotidiana, precisamente porque está sometido al mismo. Decimos que estamos en el baile, pues más vale bailar, aunque se haga muy mal. El juego de que hablamos contradice frontalmente el significado estricto del verbo convencer, que debe ser la manera de plantear alternativas diversas ante una situación presumiblemente caótica, y que la gente de buena fe suele practicar con su propio ejemplo. Ni Estados Unidos ni Arabia Saudita; tampoco la Unión Europea como conjunto; China y Rusia; pueden pretender convertirse en paladines de una cosa que ignoran. Se puede bailar pero no se puede exigir que te reconozcan que estás bailando bien o imponer tu forma desastrosa de bailar.
Por un lado, el capitalismo ha vencido porque partía con otra ventaja comparativa diferente a la de los chinos, también aplicable en breve para éstos: sin duda, se trata de la segunda ideología más antigua de la historia tras el machismo. Me imagino en este punto que lo primero que Adán hizo al saber lo que había hecho Eva, fue darle una tremenda bofetada e inmediatamente después castigarla para siempre a cocinarle y lavarle la ropa, hecho que le suponía al primitivo Adán un gran ahorro físico y económico. En este sentido, sí que Estados Unidos y el mundo musulmán, hoy aparentemente enfrentados, predican con el ejemplo bíblico equivocado y tienen que correr con las consecuencias. Dios, que está detrás de todo, permitió y aceptó la reacción de Adán, como el mundo comprende que hay que darle patadas para vencer, que no es lo mismo que convencer, al que opina diferente. Ésta es la representación de una historia muy occidental, que también tiene su representación en la escenografía oriental, árabe o africana, por citar otros ejemplos.
Después de hablar mucho de Estados Unidos no está de más citar directamente a Arabia, el país que especula en el mercado financiero con sus dólares petrolíferos para luego recomendar una buena dosis de religión, pura y dura. Más opio, como denunciaba y se convirtió para sí mismo el propio comunismo. Más opio o tiempo perdido en la formulación de articulaciones intelectuales estúpidas, como la idea de que con democracia, mercado abierto y respeto a los derechos humanos todo va a arreglarse. ¿De qué democracia, mercado y derechos humanos hablamos? En ningún caso el ejemplo válido es el predicado por los Estados Unidos, con un presidente elegido de forma extraña, que sólo es el presidente de la mitad exacta del electorado, con una cantidad enorme de vagabundos que viven peor quizás que otros muchos pobres por dondequiera (aparte de la pobreza espiritual que supone alzar la vista y verse rodeado de una riqueza que no puede alcanzarse y además humilla; a los mismos rascacielos me refiero) y una disciplina tan antigua como falsa que pretende eliminar la conflictividad social con la ley del talión y el hacinamiento de presos en „corredores de la muerte“. Ya lo dijo Ghandi: „ojo por ojo y seguro que nos quedaremos ciegos“. Tampoco es nada lógico lo que está pasando en mi admirado mundo musulmán cuando se produce la complicidad entre un argelino, daga en mano y angustia por la supervivencia, y un millonario saudí que se dedica a ensalzar la bondad de Alá por medio de Al Yazira. Bajo mi punto de vista, a éste argelino le ocurre lo mismo que al dominicano, consumidor habitual de CNN, que se pone la gorra de béisbol de los „Yankees“ e insulta abiertamente „hijoputas“ a los estadounidenses.
Otra ideología basada en sentimientos humanos irreprimibles, como fueron el Machismo con la imposición de la fuerza física de los hombres, y el Capitalismo con el egoísmo de acumular sin pensar en la posibilidad de compartir, es el Nacionalismo que se fundamenta en una mezcla de los dos elementos citados: orgullo y creencia en la capacidad de imponer los propios criterios al resto, por entender que su superioridad es incuestionable. Esta ideología, que tiende a enterrarse y resurgir en los tiempos más remotos, aún hoy provoca estragos y deberemos entenderla como parte de la reacción ante la situación actual de crisis. Pensemos por un momento en las nuevas piezas del tablero, que son muy importantes: en el mundo musulmán convive una especie de Machismo entremezclado con un Nacionalismo tribal y otro en referencia a la religión que se profesa. En China, la religión no acumula la fuerza integradora del Islam, pero se asocian Machismo, Nacionalismo y Comunismo. En cuanto a la posibilidad que el mundo musulmán se convirtiera en comunista la oportunidad ya se perdió y no hay vuelta de hoja. Éstas sean seguramente las razones de muchos miedos.
Ante tantas cuestiones y posicionamientos críticos del momento actual que nos ha tocado vivir, el valor universal que hoy día podemos aspirar a encontrar, unos y otros, es el de la comprensión del sufrimiento de los países y de las familias pobres de todo el mundo. Quizás en otra cosa no podamos ponernos de acuerdo, pero el sufrimiento de estas gentes también es transmitido por vía satélite, por lo tanto, incuestionable. La injusticia social, las guerras y el racismo son causas de la situación de angustia de millones de personas por lo que deberíamos convenir hacer algo para combatirlos y remediarlos. Una verdad universal es que el sufrimiento está repartido y que no todo es del color de rosa de los vestidos de las muñecas que nos venden por Navidad. El pan de hoy puede convertirse en hambre para mañana. La verdad no puede ser impuesta si pretendemos defender la libertad a que todo ser humano tiene derecho. Nadie sabe lo que puede pasar en el futuro y nadie está libre de pecado para tirar la primera piedra, pero lo que está claro es que los tiempos que estamos afrontando no los afrontamos con ganas de remediar lo que se puede remediar, sino que parece que el sistema de dominación que históricamente ha impuesto una minoría sobre una mayoría, parece reproducirse, con las únicas diferencias de que la minoría que impone incluso no tiene el dominio de la situación, y de que la mayoría existente ha sido sometida a un lavado de celebro tan grande que no puede responder más allá del consumo, el color y el sexo.
Ante dicho panorama dibujado me atrevo a decir que efectivamente está cambiando mucho para que no cambie esencialmente nada. Los males son los de siempre y los malos de hoy también se comportan como los de ayer. Sólo hace falta graduar bien las lentes y apuntar al objetivo al que debemos derrotar con el dardo de la palabra. Y de los hechos incuestionables.
Propongo volver a la reflexión humanista sobre el sentido de nuestra existencia y la finalidad de la misma. Antepongo la humanidad al cemento, simplemente porque quiero salvarme. No se pueden construir más muros y torres, para que se nos caigan de nuevo encima.
(Bonn, Alemania, 2000)
martes, 6 de julio de 2010
TESTIMONIO DE UNA MADRE ANÓNIMA
Actualidad del invierno de 2010: el fenómeno inmigratorio
Hace mucho tiempo que tengo muchas ganas de escribir sobre este tema. Soy europea, casada, con un hijo, soy de clase media, de familia humilde, y trabajadora.
He vivido en un país donde había muchísima inmigración más o menos desde los años sesenta y setenta, conviviendo en un multiculturalismo excepcional. Nosotros aprendimos de los extranjeros como ellos aprendieron de nosotros, las costumbres, las comidas, las fiestas, las tradiciones… Había pues en nuestra pequeña esquina del mundo un respeto recíproco que se puede considerar ejemplar.
Por desgracia a partir del 11 de septiembre de 2001 se transformaron todas estas actitudes y, sobre todo, cuando se observaba a una mujer musulmana con pañuelo o a un señor musulmán con barba que iba a rezar con su alfombra. Ninguno de ellos seguramente eran ni son unos fanáticos o adoran a Bin Laden, pero desde entonces ya habían dejado de ser percibidos como unos buenos vecinos.
Un día visité en Cambrils el Parque de los Pescadores y escuché un comentario entre dos madres. Una dijo a la otra: “estoy harta de los ‘moros’ en el cole y voy a quitar a mi niña del comedor porque no me da la gana que se siente con ellos en la misma mesa”.
Eso igual ocurre hoy día no sólo con otros magrebíes, sino también con los rumanos, suramericanos, rusos, chinos, etc., que se encuentran en todas nuestras escuelas catalanas. Es por ello que deberíamos educar a nuestros propios hijos contra el desprecio a los que son diferentes y vienen de fuera de este país.
Los niños inevitablemente imitan a los padres: si tú desprecias, el niño en el futuro lo hará también.
En el lado opuesto puede ocurrir lo mismo cuando los musulmanes aquí instalados no dejan a sus hijos, en muchos de los casos, ir a los cumpleaños de sus compañeros, o salir de excursión, por miedo sobre todo a que puedan comer cerdo.
Generalmente si unos padres educan bien a sus hijos en una religión, éstos la practicarán en un principio. Más tarde ellos escogerán su camino. Si un día alguien se equivoca estoy segura que el mismo Dios los perdonará, siendo limpios y blancos.
Es hora de recordar que los españoles fueron inmigrantes durante mucho tiempo, en lugares como Francia, Bélgica, Alemania… y aún nos encontramos a muchos de ellos repartidos por todo el planeta.
En definitiva, hay una cosa muy bonita y muy positiva en los mismos niños, y es el hecho de que jueguen sin fronteras, sin caer en la trampa del racismo.
Tendremos pues que aprender de ellos. Todos somos iguales, que es lo mismo que repiten todas las religiones mayoritarias, las cuales coinciden en el hecho de que existe un solo Dios, de los cuales todos somos hijos.
Si desprecias, desprecia por persona, pero no lo hagas por ser chino, árabe, gitano o ruso. Seguramente te equivocarás y el problema estará en tu persona.
Hace mucho tiempo que tengo muchas ganas de escribir sobre este tema. Soy europea, casada, con un hijo, soy de clase media, de familia humilde, y trabajadora.
He vivido en un país donde había muchísima inmigración más o menos desde los años sesenta y setenta, conviviendo en un multiculturalismo excepcional. Nosotros aprendimos de los extranjeros como ellos aprendieron de nosotros, las costumbres, las comidas, las fiestas, las tradiciones… Había pues en nuestra pequeña esquina del mundo un respeto recíproco que se puede considerar ejemplar.
Por desgracia a partir del 11 de septiembre de 2001 se transformaron todas estas actitudes y, sobre todo, cuando se observaba a una mujer musulmana con pañuelo o a un señor musulmán con barba que iba a rezar con su alfombra. Ninguno de ellos seguramente eran ni son unos fanáticos o adoran a Bin Laden, pero desde entonces ya habían dejado de ser percibidos como unos buenos vecinos.
Un día visité en Cambrils el Parque de los Pescadores y escuché un comentario entre dos madres. Una dijo a la otra: “estoy harta de los ‘moros’ en el cole y voy a quitar a mi niña del comedor porque no me da la gana que se siente con ellos en la misma mesa”.
Eso igual ocurre hoy día no sólo con otros magrebíes, sino también con los rumanos, suramericanos, rusos, chinos, etc., que se encuentran en todas nuestras escuelas catalanas. Es por ello que deberíamos educar a nuestros propios hijos contra el desprecio a los que son diferentes y vienen de fuera de este país.
Los niños inevitablemente imitan a los padres: si tú desprecias, el niño en el futuro lo hará también.
En el lado opuesto puede ocurrir lo mismo cuando los musulmanes aquí instalados no dejan a sus hijos, en muchos de los casos, ir a los cumpleaños de sus compañeros, o salir de excursión, por miedo sobre todo a que puedan comer cerdo.
Generalmente si unos padres educan bien a sus hijos en una religión, éstos la practicarán en un principio. Más tarde ellos escogerán su camino. Si un día alguien se equivoca estoy segura que el mismo Dios los perdonará, siendo limpios y blancos.
Es hora de recordar que los españoles fueron inmigrantes durante mucho tiempo, en lugares como Francia, Bélgica, Alemania… y aún nos encontramos a muchos de ellos repartidos por todo el planeta.
En definitiva, hay una cosa muy bonita y muy positiva en los mismos niños, y es el hecho de que jueguen sin fronteras, sin caer en la trampa del racismo.
Tendremos pues que aprender de ellos. Todos somos iguales, que es lo mismo que repiten todas las religiones mayoritarias, las cuales coinciden en el hecho de que existe un solo Dios, de los cuales todos somos hijos.
Si desprecias, desprecia por persona, pero no lo hagas por ser chino, árabe, gitano o ruso. Seguramente te equivocarás y el problema estará en tu persona.
domingo, 4 de julio de 2010
ADHESIÓN A LA ALIANZA MUNDIAL PARA LA TRANSFORMACIÓN DE LA ONU
Petición de Convocatoria de una Conferencia Internacional para revisar la Carta Magna de las Naciones Unidas
Dear Mr. President,
The World Alliance for Transforming the United Nations wishes to express our appreciation for your invaluable leadership in chairing the Presidency of the General Assembly of the United Nations, during the present period.
We want to thank you for the interest that our letter dated March 18, 2009 has received by your Chef de Cabinet, H. E. Norman Miranda, to analyze our proposal to call a General Conference to Review the UN Charter, according to article 109, and to take action toward the establishment of a World Parliament.
For this reason, we are sending the letter included below to show the support that has been provided by organizations of civil society from around the world during just the last couple of weeks. We wish to express the urgency for the United Nations through the General Assembly to organize a public forum or consultation at the UN to discuss the perspectives for implementation of this proposal.
The international community and world civil society cannot stand in the way of the evolution of international law towards enforceable world legislation and effective judicial standards and on the contrary, must achieve jointly a new legal and political international order for a more just, peaceful and secure world.
The Review of the UN Charter (Art 109) is to analyze the actual validity and effectiveness of following items:
1.- Purposes and principles,
2.- Organs: General Assembly and Security Council ,
3.- Voting procedure (veto power),
4.- Functions and Powers and
5.- Amendments.
Rather than replacing UN or starting all over again, the UN review and Reform or Transformation process has the essential objective of enabling the world body to deal adequately with the urgent new challenges of the XXI Century .
Sincerely Yours,
Dear Mr. President,
The World Alliance for Transforming the United Nations wishes to express our appreciation for your invaluable leadership in chairing the Presidency of the General Assembly of the United Nations, during the present period.
We want to thank you for the interest that our letter dated March 18, 2009 has received by your Chef de Cabinet, H. E. Norman Miranda, to analyze our proposal to call a General Conference to Review the UN Charter, according to article 109, and to take action toward the establishment of a World Parliament.
For this reason, we are sending the letter included below to show the support that has been provided by organizations of civil society from around the world during just the last couple of weeks. We wish to express the urgency for the United Nations through the General Assembly to organize a public forum or consultation at the UN to discuss the perspectives for implementation of this proposal.
The international community and world civil society cannot stand in the way of the evolution of international law towards enforceable world legislation and effective judicial standards and on the contrary, must achieve jointly a new legal and political international order for a more just, peaceful and secure world.
The Review of the UN Charter (Art 109) is to analyze the actual validity and effectiveness of following items:
1.- Purposes and principles,
2.- Organs: General Assembly and Security Council ,
3.- Voting procedure (veto power),
4.- Functions and Powers and
5.- Amendments.
Rather than replacing UN or starting all over again, the UN review and Reform or Transformation process has the essential objective of enabling the world body to deal adequately with the urgent new challenges of the XXI Century .
Sincerely Yours,
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