Artítulo publicado en el "Cambrils Endavant n.1" (publicación de la Agrupación Local del PSC de Cambrils)
En la cuestión de la gestión de la cosa pública seguramente el truco reside en acertar y sentar el mejor orden posible entre las múltiples prioridades que te demanda la sociedad objetivo.
En este caso, los socialistas debemos representar y defender como prioridad indiscutible, sin que nos quepa ninguna duda, la opción social; de ahí nuestro nombre y nuestra historia a la cual no podemos renunciar.
Convivimos con nacionalistas y neoliberales, nosotros podemos ser más o menos patriotas (siempre habrá algún inepto capaz de juzgar los sentimientos más íntimos del ajeno), podemos defender más o menos la intervención del Estado en la economía (aunque nunca ser ortodoxos), pero lo que nunca deberemos abandonar es nuestro afán de lograr y propiciar una cohesión o paz social que revierta en el progreso colectivo del territorio que habitamos.
Hasta aquí todo queda muy bien en el discurso pero debemos ir más allá y prolongar indefinidamente el trabajo que iniciaron nuestros antepasados con el objetivo de conseguir más igualdad y justicia para todos y cada uno de los ciudadanos que administramos.
En el Estado Español la victoria del PSOE en 1982 marca un hito en la voluntad de universalizar la educación y la sanidad, como puntas de lanza de una sociedad moderna y sin complejos. Actualmente, de nuevo con el timón del gobierno en nuestras manos, debemos reconducir el Estado de Bienestar que fundamos dotándolo, entre otras cosas, de criterios más eficientes y eficaces, aumentando la calidad y el rendimiento de las políticas públicas que lideramos en el terreno de la construcción de nuevos centros hospitalarios, escuelas, universidades, guarderías, residencias de ancianos, etc.
Ni filocomunistas, ni neoconservadores, simplemente debemos continuar siendo lo que siempre fuimos, socialdemócratas. Nadie mejor que nosotros debe entender los beneficios de la democracia invertidos para hacer disminuir, como objetivo prioritario, las diferencias entre seres humanos, ya sean éstas de tipo natural como provocadas por la ley de la depredación. De forma moderada conseguiremos un sitio en el que vivir más tranquilo, agradable, pacífico, ordenado y culto. Esta debe seguir siendo nuestra oferta.
(Cambrils, 2005)
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