Notas a pie de página del libro de la derrota (Hawamish 'ala Daftar al-Naksah, 1967)
1. Amigos,
el viejo mundo ha muerto,
muertos están los viejos libros.
Nuestras palabras,agujereadas como un par de zapatos gastados, han muerto.
Muerto está el espíritu que nos llevó a la derrota.
2. Rancia se ha vuelto nuestra poesía.
El cabello de las mujeres, las noches, las cortinas y los sofás se han ajado.
Todo se ha vuelto rancio.
3. Afligido país mío,
en un instante
me has hecho abandonar los poemas de amor
y empezar a escribir con un cuchillo.
4. Las palabras no bastan para expresar lo que sentimos:
deberíamos avergonzarnos de nuestros poemas.
5. Espoleados por la prosopopeya oriental,
por esas fanfarronadas incapaces de matar una mosca,
por los violines y tambores,
fuimos a la guerra
y la perdimos.
6. Más fueertes son nuestros gritos que nuestros actos,
y nuestras espadas, más altas que nosotros,
ésa es nuestra tragedia.
7. Dicho en dos palabras:
nos cubrimos con el manto de la civilización,
pero nuestras almas habitan en la edad de piedra.
8. Los caramillos y las flautas
nunca han ganado las guerras.
9. Quinientas mil tiendas de campaña nuevas
son el precio de nuestra impaciencia.
10. No maldigas a los cielos
si te abandonan,
ni a las circunstancias maldigas.
Dios concede la victoria a Su voluntad.
No es un herrero dedicado a batir espadas.
11. Qué dolor escuchar las noticias de la mañana.
Qué dolor escuchar a los perros que ladran.
12. Los enemigos no cruzaron nuestras fronteras,
se colaron como hormigas por nuestras flaquezas.
13. Cinco mil años hemos pasado
dejándonos crecer la barba
en las cavernas.
Nadie conoce nuestra moneda.
Nuestros ojos dan abrigo a las moscas.
Amigos,
derribad las puertas,
lavaos el cerebro,
lavaos la ropa.
Amigos,
leed un libro,
escribid un libro,
cultivad palabras, granadas y uvas,
navegad hacia el país de las brumas y las nieves.
Nadie sabe que vivís en las cavernas.
Os toman por una especie mestiza.
14. Somos un pueblo de piel dura
y de alma hueca.
Entre sortilegios, partidas de ajedrez
y siestas se nos van los días.
¿Somos la "Nación mediante la que Dios bendijo a la humanidad"?
15. Podríamos haber convertido el petróleo del desierto
en flamígeras dagas de fuego.
Somos la deshonra de nuestros nobles antepasados:
hemos dejado que el petróleo bañe los pies de las furcias.
16. Corremos frenéticos por las calles,
llevando a otros atados y a rastras,
destrozando puertas y ventanas.
Un croar de ranas son nuestras alabanzas,
un croar de ranas, nuestros insultos,
convertimos en héroes a los enanos
y a los héroes en escoria,
si nunca detenernos a pensar.
Reposamos, ociosos,
en las mezquitas,
escribimos poemas,
proverbios,
pidiéndole a Dios la victoria
sobre nuestro enemigo.
17. Si supiera que iba a salir indemne,
me presentaría ante el sultán
y le hablaría así:
"Sultán,
tus perros salvajes me han destrozado la ropa,
tus espías me acosan,
me acosan sus ojos,
sus narices me acosan,
me acosan sus pies,
como la Muerte me acosan.
Interroga a mi esposa
y anota los nombres de mis amigos.
Sultán,
cuando me aproximé a tus murallas
y hablé de mis sufrimientos,
tus soldados me molieron a patadas,
me obligaron a tragarme los zapatos.
Sultán,
has perdido dos guerras.
Sultán,
la mitad de nuestro pueblo no tiene lengua,
¿para qué vale un pueblo sin lengua?
La mitad de nuestro pueblo
como las ratas y las hormigas,
está encerrado entre cuatro paredes".
(...)
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