Del Miércoles 29 de agosto al Domingo 2 de septiembre: Fútbol
Durante estos días me podía haber concentrado en hablar de la historia del Imperio Incaico en la zona, de la emigración ecuatoriana alrededor del mundo, los hechos de los tiempos de la colonia, los de la Independencia y la influencia que ejerce la figura de Simón Bolívar por todo el continente, o de la impresionente visita a Otavalo, mercado por excelencia del país y ciudad de origen de los feriantes y artesanos que nos acompañan en nuestras fiestas de pueblo. Pese a todo ello había decidido tener un espacio, aunque fuera pequeño, para el fútbol, algo muy importante, entre otras cosas, en las latitudes sudamericanas.
Precisamente estos días Antonio y Stefan se han marchado de viaje a Riobamba con el objetivo de tomar el Tren Turístico, el resto pasamos la jornada en mi querido Quito. El Quito de los Puentes-Túneles: el de San Roque, San Diego y San Juan, que tenemos que cruzar siempre para llegar a nuestra casita y al colmadito de la casa de los padres de Carmen. Ya creo que he probado toda la gama del transporte público, desde el más caro en el cual por supuesto hay más sitio, hasta el abarrotado Popular de 14 Centavos. El Interparroquial hace trayectos más largos, luego están los Especiales, el Integrado que utilicé para ir a buscar a la chica belga al aeropuerto, y finalmente, el independiente y autónomo Trolebús. Este domingo la ciudad lo ha tomado como preaparación al próximo partido de fútbol calificatorio de la Selección Nacional ecuatoriana, dirigida por Bolillo, que le enfrentará a Colombia en Sante Fe de Bogotá.
Precisamente Bolillo es colombiano. Ecuatorianos y colombianos son hermanos aunque el fútbol, parte de la política nacionalista y populista a la cual estamos acostumbrados en el continente sudamericano, los separe. A Bolillo lo amenazarán de muerte si el resultado no es bueno.
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